viernes, 3 de julio de 2015

Mauro Quesada



Mauro Quesada (Haedo, Buenos Aires), Fiebre, El Ojo del Mármol, Buenos Aires, 2014.





















el canto de un grillo
corrompe para siempre
esta frágil certidumbre
y ya no hay lluvias ni ritos
que puedan penetrar
en la suave espesura
de estos deseos que queman












la remera de la noche anterior 
que yace hecha un bollo
en el piso 
oliendo a humo
de cigarrillo y a transpiración
nos puede dar
asco
pero también
tener el aroma sorprendente
de las cosas que 
nunca se olvidan















ramos mejía un domingo
a las 10 de la mañana 
gaona desierta
y las panaderías llenas
los únicos
sobrevivientes de la noche son
una pareja besándose en una esquina
un borracho durmiendo
en la puerta de un edificio
y las veredas repletas de bolsas
negras y millones
de botellas

las persianas bajas de los bares
y la claridad furiosa
avisan que al menos por unos días 
todo se terminó


















  

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