Algo de la poesía publicada recientemente en la Argentina.
martes, 8 de septiembre de 2015
Rita González Hesaynes
Rita González Hesaynes (Azul, Buenos Aires/CABA), ¡oh mitocondria!, Añozluz, Buenos Aires, 2015.
embriología
Bajo lentes de aumento
los embriones de galaxias posibles
y los universitos tiemblan y se encienden
No será posible incubarlos a todos
se perderán continentes magníficos
con su flora carnívora y sus topografías promisorias
arquitecturas conscientes de carbono
atmósferas multicolores patinando
en los estadios helados del espacio
No hay escapatoria ante las extinciones
todo será tragado por las estrellas
o el vacío
Los embriones vencidos se desploman
en las estepas de hidrógeno incendiario
se propagan como el moho y las hormigas
a través de los bronquios y las tristes aurículas
La visión inhumana se disuelve y nos enfrenta
a nuestra propia imagen Los espejos
odian a los embriones
Los espejos no tienen otra meta
que devolvernos al imperio de las cosas
en el laboratorio
Dice el biólogo:
El microscopio me acerca al paramecio
las algas azulverdes
una comunidad entera de bacterias
que en la placa de Petri saludan a mi ojo.
Dice el protozoo con su voz silenciosa:
Por el microscopio veo, pequeñísimo
un disco que se abre y se cierra
que me contempla y acaso me comprenda
como un hermano separado al nacer
a quien reencuentro tantas eras después
tantas mitosis.
las especies migratorias
Yo conozco esa forma de apoyarse en el aire
de perderse entre edificios
Nos hemos cruzado alternativamente
en sueños recurrentes, en comparaciones
Te reconocería debajo de los puentes
al filo de la lluvia, de la rabia, de los santos estigmas
Te reconocería en cada una de mis marcas
en cada ejemplar de mis cuervos de caza
Detrás de cada boca que toco o desdibujo tu tristeza me aguarda
detrás de los estantes polvorientos proliferan tus nombres
Estás encadenado a todas mis quimeras
a todas las versiones de mi obsesión suprema
Como las especies migratorias
tu belleza proviene de países extraños
tu exobelleza meridiana
tu exosilencio que se duerme a mi costado
que despierta sujeto a mi pelo de vislumbrarte
de resquebrajarte
de que seas símbolo y nada más que símbolo
A veces coincidís con mi cuerpo incendiario
con la pendulación de mis deseos
Tu escasez me conmueve
tu inmanencia
los vasos comunicantes que nos delimitan
el contemplarte en medio de tanto desamparo
y nuestra sombra única que revolotea en torno a los eclipses y sonríe.
descubrimiento
he descubierto algo que me aterra:
no dejo de nacer
me abro y desgajo como una flor de loto
como una colonia de termitas
o la humanidad que siempre se reinventa
tengo miedo de no poder morir, escribo
he nacido tantas veces que nadie me conoce
mis hermanos sollozan en torno a mis espaldas
mientras yo me disperso para verme