Javier Galarza (CABA), Chanson Babel, Buenos Aires Poetry, Buenos Aires, 2017.
Poema para Miroslav Tichy
La obra no consciente de sí misma.
Aquel consejo de Osip Mandelstam:
‘hacer a un lado el texto principal
y guardar lo escrito en los
márgenes’.
La captura del instante,
algo del orden de lo que no perece
ni perdura. Estados de suspensión.
La consiga de Rimbaud: ‘fijar
vértigos’.
No, no fue Miroslav Tichy un
vagabundo
que construía sus máquinas de foto a
mano,
con cartón, latas y cinta adhesiva;
no revelaba y enmarcaba las fotos
con desechos que juntaba de la
calle.
No fotografió mujeres checas,
pequeñas postales voyeur del deambulador.
No agradezco su merodeo
en torno a las piscinas de Praga,
todas esas estampas imperfectas que
el tiempo
y el anonimato hubieran arrebatado.
No vivió Miroslav entre 1926 y 2011.
Miroslav no ‘miró’. No ‘cartoneó’.
No es el arte un daño colateral.
Ni duele esta noche escribir estas
palabras.
Silesius
No indagues la naturaleza del
vínculo
que como la rosa de Silesius
florece sin porqué,
una pregunta puede permanecer
abierta
para evitar la clausura del sentido,
el misterio entonces
aguarda en los signos,
está en ‘lo abierto’,
en el campo de ‘la percepción pura’
(8ª Elegía de Rilke),
‘florece porque florece’,
toca la penumbra del Medioevo
y las visiones de las místicas.
El sentido: eso ‘tapona’, dijo Lacan
pero quien pierde su verdad
aún conserva la chance de hallar
algo.
El perfume se creó para tapar
el olor de los cadáveres,
la palabra ‘humo’ está contenida
en su etimología (del latín per,
‘por’
y ‘fumare’, ‘a través del humo’),
lo cinerario es la base de lo que
huele bien.
Escribe Silesius que la rosa
no es consciente de su belleza
ni se pregunta si alguien la mira.
Y todo un caudal de mundo
se despliega allí
sin explicaciones.
Efecto invernadero
Con el cambio climático,
las especies migratorias
se ven afectadas,
porque los indicadores varían
y confunden los períodos
en los que deben partir,
‘así estás vos’, me dice N., ‘como
los pájaros
cuando se derriten los polos’,
porque sufrí una caída mientras
intentaba subir por un callejón
y mi cuerpo quedó dislocado,
listo para no dejar de caer.
Es cierto, pierdo mi brújula,
dejo de hibernar en forma prematura
o doy frutos fuera de estación,
esto lo debí cantar en primavera,
pierdo mi norte,
las cosas caen por su propio peso,
del verbo ‘cadere’ (caer o suceder),
similar al verbo ‘caedere’ (matar
o hacer morir),
la caída en el Génesis
es lo que nos priva de un lugar
seguro,
reptar, arrastrarse sobre el propio
vientre,
tentarse y sufrir el castigo
o tomar conciencia de la desnudez,
solo lo prohibido
nos alienta a continuar
o hace lugar al deseo
y cada uno pone un precio
a la medida de su trasgresión.
Decenas de pájaros colisionan cada
día
contra los cristales de los
edificios.
Ecolocación
Intento saldar esa brecha
entre contemplar tu extrañeza
o pertenecer a ella:
habitar tu comprensión
o hacerme un lugar allí;
no quiero diferir
pues cuando lo hago me pierdo.
La ecolocación o biosonar,
es la capacidad que poseen algunos
animales
de conocer el entorno
a través de la emisión de sonidos
o al descifrar el eco que producen
los objetos
en torno a su desplazamiento.
Todas esas mañanas de desesperación
necesité que alguien me llamara
para decirme quién era yo.
Mis ojos fallaban y debía
desarrollar adaptaciones.
‘desfalleciente,
abandonado en Dios’,
como hubiera escrito el peregrino
Johann Scheffer,
‘más de mil veces nació aquel en
Belén
pero nunca en mí’,
¿cómo no iba a estar perdido?
Vaciaba los blísteres
y la mañana invertía los espejos
hasta hacer confortable
la calma que procede al pánico.
Tropezaba, chocaba contra los
objetos;
buscaba puntos de orientación por
resonancia.
El sonar de los barcos está basado
en este principio,
podría ser un medio de localización
acústica,
allí donde el radar emite ondas,
el sonar utiliza impulsos sonoros.
Para Heráclito, cuando lo oscuro
marca el predominio de la humedad,
el invierno acontece.
Un golpe de luz
en la mañana de los días por venir.
La multiplicidad de caminos
extendida hasta la cancelación.
Disociación
Los procesos de despersonalización
incluyen insomnio, ansiedad,
vértigo y extrañeza.
La sensación de estar viviendo en un sueño.
¿Es Zhiangzu soñándose mariposa
o una mariposa sueña que es Zhiangzu?
Enseña el Tao que el cielo es permanente
y la tierra durable.
Ambos perduran porque no viven para sí mismos.
Para preservar algo es mejor no aferrarse.
Todo filo se desgasta.
Cuando oro y jade cubren el vestíbulo,
más fácil es arrebatarlos.
Los bienes y los honores acarrean la destrucción.
Cuando hay puertas y ventanas en una casa,
es el espacio vacío
lo que nos permite atravesarlas.
Quien sabe, actúa sin actuar
y enseña sin palabras.
Esto enseña el Tao del cielo.
incluyen insomnio, ansiedad,
vértigo y extrañeza.
La sensación de estar viviendo en un sueño.
¿Es Zhiangzu soñándose mariposa
o una mariposa sueña que es Zhiangzu?
Enseña el Tao que el cielo es permanente
y la tierra durable.
Ambos perduran porque no viven para sí mismos.
Para preservar algo es mejor no aferrarse.
Todo filo se desgasta.
Cuando oro y jade cubren el vestíbulo,
más fácil es arrebatarlos.
Los bienes y los honores acarrean la destrucción.
Cuando hay puertas y ventanas en una casa,
es el espacio vacío
lo que nos permite atravesarlas.
Quien sabe, actúa sin actuar
y enseña sin palabras.
Esto enseña el Tao del cielo.
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