Algo de la poesía publicada recientemente en la Argentina.
viernes, 14 de abril de 2017
Gerardo Curiá
Gerardo Curiá (San Pedro, Buenos Aires/CABA), Pescador, Ediciones la mariposa y la iguana, Buenos Aires, 2016.
Dulce pez luminoso en la noche oscura de mi alma, dulce pez luminoso en el agua oscura de mis días inútiles.
Raúl Gustavo Aguirre
Un pez más íntimo
que la trama de luz
habita apenas
el ojo
en los latidos
del párpado del pescador
En el iris
la noche
es un impulso vago
oscilatorio
una tajada oscura
borde brevísimo
escisión aguda y deslumbrante
vestido de una sola mirada
el pescador abre
una tempestad en el ojo
Y el pez
brinca
atraviesa una sombra
en el torrente de aire
de la habitación
y ya no existe
el pez
una mueca
en la negación de su inocencia
herida abierta
en los ojos
Modelando la arcilla se hacen vasijas
pero es su espacio vacío el que las hace útiles.
Lao Tse
Camina el silencio de la habitación
la trama de la luz
la oscuridad
y el aire
urden el espacio
que trabaja la forma
las cosas existen en su propia distancia
Hay un vacío necesario en la materia
donde no es
se hace posible
y se alcanza su sentido
Hilos de una red
donde el caudal es inasible
allí
donde se pierde
permanece
toma sus aparejos de pescador
la senda de sus huellas
y el rocío
Aquí, ser visible es ser blanco,
es ser de blanco sólido, el cumplimiento
de un extremista en un ejercicio...
Wallace Stevens
Las líneas se vacían
en un cielo blanco
toda la distancia
sobre el equilibrio del agua
solamente blanco
no hay huellas
oscilación
apenas
oscilación
El cuerpo es proporción en el sentido
indicio del paisaje
música de los peces
en los huesos del pescador
Tiende la red
hacia el limo húmedo y sin forma
vislumbra
los signos
de su presa
que es una
y es innumerable
asume
las velocidades del espacio
Desde la más remota inminencia
sentado en su bote
espera
y el Paraná
ola sobre ola
de viento frío
salpica a lo largo y a lo ancho
levanta el horizonte
curva
otra forma del mundo
el río es el mismo
El agua es silencio
resiste y desafía
al filo de la luz
lo irreal
sueña lo real
la canoa está quieta en la corriente
la distancia se mueve
Húmedo perfume de camalotes
la respiración y el paisaje se unen
pureza inmóvil
ni siquiera
el temblor de la advertencia
de pronto el cuerpo
carece de cuerpo
el azul de la mañana lo atraviesa