viernes, 6 de marzo de 2015

Ana María Manno




Ana María Manno (Buenos Aires), Extracto de lujuria ajena, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2014.



























esclava esclava me digo de no poder esclava de lo tuyo
muerto ahora tan muerto como para presionar
el contacto con el cielo esclava esclava madura sus
ojos ya no son sus ojos en la constelación de nuestra
vida se ha perdido el color lo he perdido lo has perdido
carnecita chamuscada es eterno el resplandor en que
vivirás eternamente libre esclava milimétrico desenlace
de muertes a cambio de un solo presente esclava revivido
clamor despierta esclava los ojos ya no son ojos son
mejor no hablar no decirme esclava
nunca serás libre jamás se quebrará la presión que te
nombra empujo quiero salir salto
acumulo chorros de sangre retumba es la
tos es mía la abundante tos amor esclava esclava el
destino no parte y yo qué haré con el dolor esclava no
me mientas fluye fluye aparta dilucida la voz
perturba no deja de llamarme esclava esclava hay
no hay deshace la penumbra obtura el deseo resuena
háblale de él córtale las piernas
córtale el alma esclava repasa el nombre de los árboles
camina estoy en París en una calle de Buenos Aires
el tiempo acumula lo que los ojos pierden amar
consiste en una fuga de errores regreso hablo con vos
entre papeles te deslizas tibio creo en la asonancia de
los muertos tiemblo pienso articulo multitud era
mirarte dolor abrasivo te busco esclava de flores te cubro
¿dónde ponerme? en esta confusión
Escribo





regreso a casa prendo una vela pienso en algún santo la voz responde muerto muerto










Esclava chúpale la sangre al mar la infeliz
se babosea habla sola

paso la lengua por la piedra esclava
nada es eterno
te veo constelada en los ojos de los muertos
abre la puerta apura esclava
ya no hay gatos negros por la calle hablo sola aferrada a la reja

¿a dónde van los muertos?
<¡lo ves esclava?>

 lo dice, Marguerite Duras “Primero el azul líquido y vacío de tus ojos"


el dispositivo del tiempo se detiene

no grites no se te ocurra mirar