Mostrando entradas con la etiqueta Publicado en 2016. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Publicado en 2016. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de agosto de 2017

Paula Novoa




Paula Novoa (San Antonio de Padua, Buenos Aires), Hija de mala madre, Cave Librum Editorial, Buenos Aires, 2016
























4

Perdida en un cuerpo.

Como quien busca restos
sin delatarse.









7

El tren ya partió
y una vez más
en el andén quedó mi sombra.









11

De soslayo
de susurros
de a escondidas.
Esta existencia
a veces
aparece.









19

Silbido
viento que epopeya un nombre.
Mi máscara
expande
el duelo
de
tu
inexistencia.









29

Crónica muerte de voces
rocío rasgado.

                        Cicatrices.






















sábado, 5 de agosto de 2017

Walter Lezcano



Walter Lezcano (Corrientes/CABA), Violencia doméstica, Santos Locos, Buenos Aires, 2016.























2

si vas a hablar de monogamia
dejame que te cuente de algunos terremotos
si vas a nombrar al destino
dejame que te hable de ciertas tormentas
si vas a pronunciar la palabra “corazón”
dejame que te describa la cara del infierno

las iglesias y los trabajos
nunca nos dieron las respuestas
esperadas
nuestros padres tampoco
por eso cogemos
y por eso hacemos silencio
después de acabar
y de probar nuestra transpiración
porque no hay forma de vencer la soledad
y sabemos que a veces
muchas veces necesitamos
de alguien más
que a nuestro ego.

yo te vi de frente y desnuda
y quise morirme ahí mismo
ahora estoy despierto
con la palabra belleza en la punta de la lengua
esa misma lengua 
con la que te lamí las tetas, las axilas,
los talones, el cuello
todos esos lugares donde me gustaría irme a vivir

suena un celular
nadie lo atiende
la estamos pasando bien
la mejor parte es cuando volvemos a coger
y sabemos que el porno no nos enseñó nada
que nos dejamos llevar por la piel
el jadeo
las rodillas
y la presión de nuestros puños
el placer es así
no dejar que el mundo entre
a esta cama












El ejercicio de la soledad
es
en realidad
una manera de encontrar
complicidad
con la muerte.

Está negro afuera.
Es otro país.
Una banda de rock
nos regala
vergüenza y hastío.

Llegás donde siempre
quisiste
llegar
o algo peor.












Describir
la belleza
también
es un trabajo.













lunes, 10 de julio de 2017

Liliana Ponce / Color Pastel

Liliana Ponce (CABA), en Color Pastel. Fanzine de poesía, antología 2004-2012, compilación de Germán Weissi y María Laura Mazzini, Buenos Aires, 2016.
















Intención/Atención


Dos voces
–Ella dijo: allí la naturaleza es venerada, respetada, nos sentimos
enlazados, pensamos en la unidad con ella; así la vivimos.
Tiembla la tierra, el mar arrasa, el poema se conforma, se teje, porque
en el hambre y la sed y la pobreza, el poema continúa.
–Ella dijo: hay una puerta o un biombo que separa su palabra de mi boca.
La puerta está cerrada, el biombo abierto, y yo a bocanadas trato
de respirar,
de ver en la pantalla lo que dejó la ola, el caballo yendo a galope
de monstruo.
–Ella dijo que perdió a su amigo, que dejó mensaje, que lo recuerda 
sin lágrimas.
Mira la luna, la luna crece como el mundo.
Y yo digo: ¿qué mundo,
ese de caparazón de miel, tan nada y también dios?



*
¿Y pretendías sensación de duda?
¿Y era entonces dormir y despertar,
nacer en el fuego y deshacer en el agua?
¿Y creías en la quietud del viajero
que iba al viaje sin vacío
y endulzaba su temor con el almíbar
de la lata almacenada?
¿Y en la corriente del día
gravitabas y esperabas
antes de mirar por el agujero,
la cerradura de la puerta que separa
tu cuerpo del espacio?
¿Y eras el enfermo o el verdugo
o el mártir, figurando sucesivo
en los modos del olvido?






















sábado, 1 de julio de 2017

Reynaldo Jiménez


Reynaldo Jiménez (Lima, Perú / Buenos Aires), Piezas del tonto, Club Hem, La Plata, 2016.























1
(zoomband)

entre este lázaro recomenzar de lazarillo
a solas soy las olas y me encuentro disparado
los ojos quieren
siempre vivirlo adentro contiguo
Y dice el ton:
eh       hombre sándwich
cuánto tiempo sacarme la espina vuestra
seré el que nunca
si dudar no sabes si eres duración
muerde el sombrero del tonto del pueblo
sin
en el aire suspendida va la suerte
hermanita








3
(soma)

Ni ahí con tu camisa de vara
Camisa de fuego
Homicidios del homínido a su dios
no me preocuparía tanto por el sabor del milagro
sigo lo que digo este espejismo
quedarse sin órganos a la deriva del acto
será la risa
me llamo con ese nombre que no me dieron
escuchen cómo gira el vaso una vez
vivo la nuca
dentro





entre este lázaro recomenzar de lazarillo
y la permeable mutación entre las partes
consigo remedar ahíto apenas de criterio
contra que junto unas piedras desairadas

unas mangas de camisa que se acercan a
la sombra de aquella melodía por la que
tanto pagarías verso y prosa esa rugosa
espesura seca de las bocas cara y cara

y meca sin sus puentes cúrvase el sueño
presencial de esta vía siguiéndole el paso
a una primavera de distancia que se vea
que se mueva

que se te consigan unos brazos para irte
de mentas a la profundez con tus parás
itos comiéndose la luna en tu cruzarte
de brazos congelado bajo el rubor aún

como si fueses niñato de movida a la
luz adjudicable en peso pluma en pira
en plan de asalto estocada con garfio
pirata al fondo de la sala de enhestar

se te planta el canturreo como una raja
quien te come sin tomar ventaja del desvío
que ahora eternidades por la ventana arroja
para sonaja de brisa alrededor de la cuna

y más allá del firmamento las penurias
a tormentas de acá cerca les echas espejo
contra el ahora sin ley ahora que es más
que escucharte raíz del exceso

se fue de más o de boca el seso pétreo
la contingencia adormecida por las olas
de las palabras que no afilan retorno
si confiscan esta esencia de apetito



[...]



POR EL AGUA
Es por el agua 
Por agua nos entramos 
Espacio entre las manos 
Entre ambos lo intacto 
Espacio dador descandado

Llave que no lleva
Más que al ave 
Y a Eva 
Nova esfera ciega
La muy hueva 

Conciencia es 
Con la muerte
La destila qué ciencia
La que no da por cierta 
Sino a la ausencia 
A la pendencia del gran 
Abrojo 

Que no abro más 
Que un día 
Cuando llegues 
Que sea lejos
O sea cerca 
Que estés 
Quién sabe 
Quién querría 
Traería su cabeza 
Su cesantía
Hasta esta mesa 

Tan salobre 
En los salones 
Sin un cobre 
Y los nobles 
Conversores 
De provincias 
Y de estancias 
Y de esencias 
Y esperanzas

Con la caña de flauta 
Con la pezuña larga 
Con la cara sin nombre
La sombra al hombro 
Ando el hombre 
Cito a ciegas


( )



















martes, 20 de junio de 2017

Rosario Sanchez


Rosario Sanchez (Lomas de Zamora, Buenos Aires), Las piedras y el polvo, El ojo del mármol, La Tablada, 2016.



















I. Runas

no querer usar la sabiduría
para predecir

y llevar dentro
estas marcas

quemaduras
imperceptibles

como las que deja el tabaco en la ropa
cuando pasa una brisa












XII. Viento

veo por la ventana de la cocina
un enorme eucaliptus

mi vista va por la mañana
a concentrarse
en sus ramas

vaivén del pelo de un árbol
que me acompaña hasta hoy

el reposar del sol
y las cigarras diciendo:

pronto va a pasar enero
y el viento va a contar esa única
verdad que,
como toda raíz asentada,
aún sigue esperando.




















martes, 13 de junio de 2017

Carlos Cartolano


Carlos Cartolano (Mar del Plata, Buenos Aires), guíaLUCIANfreud. 33 óleos, El Mono Armado, Buenos Aires, 2016.






















pincel espejo

te expresa el juego de luces lucian/ proyectás claros
cuanto trajiste y lo que llevo: un arte puesto de frente
es misericorde dicen
                                                        después el canal del brazo izquierdo
y en la punta del pincel los dos niños son gozo
                       juegan a encontrar la única palabra/ lucian no interesan
las herencias/ todo es hoy en el reflejo

el arte dicen es hendir en halos/ hurgar más allá
                   de propia imagen/ consiste dijeron en derrota de academias
y después toda tu vida habitar las herramientas

                          sos lucian y el reflejo sosiega calendarios/ del borde vas
a flote de cuanta luz quepa en el marco
es dicen el modo de existir     












roles

cuál el modelo acaso yace el pinto desnudo y ella
viste de lucian/ sus pinceladas por doquier/ pisa
pomos y derrocha verde
                                       es la pregunta por mirada
femenina/ quien desafía:
                                      la lectora/ él posa
confiando sus formas a la mayor exposición

acaso es Celia/ en su cuerpo se entretuvo lucian
con los pinceles/ él será dawson otra vez pacientes
                         viviendo en paralelo/ dónde el pintor/ desde cuál arista
se trazó este marco












lumbre

ella es rosa en el retrato/ la persona auténtica
más real que el tacto en su visión/ con deseos y
temblores/ vello púbico axilar el sueño
que ocasiona el modelaje/ la prisión de sus piernas
por la sábana                                            ella es rosa
favorita del pincel/ dios su padre: la paleta

si un color inunda la hoja en blanco hijas hay
que vuelven a alumbrar
porque la plástica es poesía
                                      ella dice cuanto reste conocer







































  

jueves, 8 de junio de 2017

Laura López Morales



Laura López Morales (Córdoba), La médula, Borde Perdido Editora, Córdoba, 2016.
























Las Piedras




                                     …”porque buscarlas
                                                       es congelarse
                                                       quedarse en la belleza”…
                                                                      Diego Cortés


La minúscula piedrita bajo el agua
no brillaba
pero daba sensación de rojo
de calor profundo
y de quemar
si se la sacaba
del territorio de lo inasible








impiedad
aquí hubo un oráculo
y no este rebaño inerte de piedras
que repaso por las tardes:


nacerá la espina
la moradilla infranqueable
los caballos solos
del sur vendrá un imperio
huestes indomables
brotes desgajados
brillará el hueso de la bestia
y sino nada
y sino nada…


impiedad
ay de la luna sobre estas piedras
y su caricia blanda
y su caricia blanda








despertamos
a leer las marcas
las pisadas de la noche
en la arena amanecida


un hombre con sus perros
un caballo


el puma en las proximidades


y una vaca suelta
arrastrando la soga y la rama
a la que fue atada








a las marcas
las tenemos
algunas despejando el camino
otras desentrañando


todas con espinas encapsuladas


hasta que el cuerpo es capaz de rechazarlas
dejarlas caer
y otra vez las lluvias de verano


saber que mientras dormimos
se cierra el monte










de esta tierra era el ángel
con el ala rota a cascotazos
cuidando los muertos de un pueblo del sur
de esta tierra era
pero lo traje aquí
donde el agua no alcanza a ser nieve
y no cuajan las formas
ni el nombre de las cosas


fue un acto de egoísmo
dejarlo mirar estos escombros
estas flores infames
proclives a la más mínima redención
al más ínfimo suspiro


pero quién podrá culparme
de querer un ángel para mi sed
el humo en que cae y se pulveriza
su manera de ser inhumada
no está escrito


no busques con desesperación
porque no está escrito
ni siquiera dicho
florece para nadie
inmensamente roja
hábil
esplendente
un pequeño artilugio para mirar el cielo
y ver con más nitidez
apenas eso
ver con más nitidez
para nada
para nadie








hay palabras
que no designan lo que nombran
no pueden
Patti dijo cisne
y no alcanzó








temo del poder de los deseos
de mirarte mucho
y de encontrarte en medio de lo cotidiano
cuando no pensaba
cuando no sabía que las piedras
.
quebradas por el peso de todo
no vuelven a unirse igual
dejando solo esta fisura
que a veces habitan
las arañas cangrejo






enhebro las piedras de la última tormenta
me lo debo
por no recordar cuando perdí la cuenta
el golpe
la brutalidad de lo pasajero


las señales fueron claras
y duraron un relámpago


la sospecha
a que la tormenta fuera tan mala
que no llegara nunca
que pasara de largo
que solo dejara estas piedras inútiles
y en seco.
































sábado, 3 de junio de 2017

Sofía Gómez Pisa



Sofía Gómez Pisa (CABA), Ella, la muerte o dios, El ojo del mármol, Buenos Aires, 2016.
























Carmen

Carmen limpia pisos, encera las escaleras
y lava también la vajilla
que está vieja y gastada como ella.
Carmen tuvo sueños, pero después tuvo hijos
y los años se le pasaron
limpiando las casas grandes de otros.
Cada vez que baldea lava sus heridas,
mientras se cuecen en ella
como los huevos fritos
la derrota y la impotencia.
Carmen está agotada,
o dice estarlo para salir antes de trabajar,
sabe que a su edad,
quejarse es una de las pocas cosas que le quedan
y es de esas actividades
en las que no suele escatimar.
Carmen amenaza a su jefe con renuncias,
y lo molesta inventando historias de los demás,
respirando pesimismo
porqué con los años aprendió
a salpimentar sus días con mentiras
para poder vivir sus propias novelas de la tarde.
De cuidados de ancianos,
de bondis repletos,
de poca solidaridad,
de hijos que se pierden por las calles,
de maridos que se enferman,
mientras ella enjuaga las copas.












Ella, la muerte o dios

Ayer fue el entierro de mi tía abuela.
El párroco que no sabía su nombre
repetía constantemente: Elvira, Elvira, Elvira
como si conociéramos a quién se refería.
Luego notó su error
leyendo el ataúd y dijo:
“bueno, Emma, pero
de segundo nombre Elvira”.
Y siguió diciéndole así.
Habló de dios, Jesús y los pecados
y después, la cremaron
otros dos tipos que tampoco
sabían cómo se llamaba,
ni les importaban
Ella, la muerte, o dios.












Olvidarte

Como la promesa de
dejar de fumar.
Y pensarte mientras
enciendo un cigarrillo.