sábado, 21 de febrero de 2015

Elba Serafini





Elba Serafini (CABA), El lugar en el que estábamos, Viajero insomne, Buenos Aires, 2014.





















I

Noche de inmenso cielo
no lo veo más
que a través de la ventana
de la cocina
cuando voy a buscar
algo para comer.
Un viento fuerte del sur
hace caer los cables
que se unen al carrillón
y a más cables
en rítmico devaneo.
Nerón equilibrista los mira
sin dejar de rugir
por la presencia
que lo aleja de mi lado.

¿Qué hacer con la ansiedad?
preguntaste.

Si estuviéramos en el desierto
diría que se avecina
una tormenta de arena.






VI

Sobrevolando la idea
de estar arriba del mundo
o debajo de las sábanas.
Entre aceptar ese lugar cotidiano
que nos contiene en lo seguro
o elegir un ascenso
a la extensión del cielo.

Y ahora, a quince mil pies de altura
aunque las sábanas inviten
a placeres considerables,
la cercanía con las estrellas
deslumbra cada vez más.







V

Todo sucede en la espera,
en el tiempo que transcurre
mientras un hijo crece
o un aguacate da sus frutos
y aún así parece que nada pasa.
Es invierno y pienso en los días
de sol rojo, de cielo rutilante
hasta la impaciencia.

¿Alguien, además de una madre
conoce el pequeño escalofrío
que hay en la abnegación?

cruje el hogar
hace su despliegue incandescente
y sin embargo
todo abrigo no alcanza
para empezar el día.