sábado, 3 de junio de 2017

Sofía Gómez Pisa



Sofía Gómez Pisa (CABA), Ella, la muerte o dios, El ojo del mármol, Buenos Aires, 2016.
























Carmen

Carmen limpia pisos, encera las escaleras
y lava también la vajilla
que está vieja y gastada como ella.
Carmen tuvo sueños, pero después tuvo hijos
y los años se le pasaron
limpiando las casas grandes de otros.
Cada vez que baldea lava sus heridas,
mientras se cuecen en ella
como los huevos fritos
la derrota y la impotencia.
Carmen está agotada,
o dice estarlo para salir antes de trabajar,
sabe que a su edad,
quejarse es una de las pocas cosas que le quedan
y es de esas actividades
en las que no suele escatimar.
Carmen amenaza a su jefe con renuncias,
y lo molesta inventando historias de los demás,
respirando pesimismo
porqué con los años aprendió
a salpimentar sus días con mentiras
para poder vivir sus propias novelas de la tarde.
De cuidados de ancianos,
de bondis repletos,
de poca solidaridad,
de hijos que se pierden por las calles,
de maridos que se enferman,
mientras ella enjuaga las copas.












Ella, la muerte o dios

Ayer fue el entierro de mi tía abuela.
El párroco que no sabía su nombre
repetía constantemente: Elvira, Elvira, Elvira
como si conociéramos a quién se refería.
Luego notó su error
leyendo el ataúd y dijo:
“bueno, Emma, pero
de segundo nombre Elvira”.
Y siguió diciéndole así.
Habló de dios, Jesús y los pecados
y después, la cremaron
otros dos tipos que tampoco
sabían cómo se llamaba,
ni les importaban
Ella, la muerte, o dios.












Olvidarte

Como la promesa de
dejar de fumar.
Y pensarte mientras
enciendo un cigarrillo.