miércoles, 8 de julio de 2015

Carolina Giollo



Carolina Giollo (Haedo, Buenos Aires/CABA), La resistencia de la luna, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2015.


























Trampa

Y para cocinar un jabalí
tomarlo de su cola,
no basta
arrastrarlo por la arena,
no alcanza
coserle los colmillos,
no sirve
Hay que tener abierto
el ojo de vidrio morado
Saber quién tiene
el fuego escondido,
cuánto vale un pedazo nocturno
en el lecho de piedra.
Al río hay
que tirar las monedas
y dejar las letras de todas las pirañas
 viajan los peces de cristal e hilo
las fauces se abren y arrastran
treinta veces más ganas
que un último verso.
Esto
no se parece en nada a la libertad
es apenas un guiño,
un esbozo de la idea,
pero funciona:
me he transformado
en un túnel de anfibios.











Alebrijes

Ahora estoy mirando
los ojos
de un jaguar de madera,
bajo el encanto de los alebrijes,
viviendo el mismo tiempo
de todas las criaturas.