lunes, 21 de diciembre de 2015

Carina Sedevich


Carina Sedevich (Santa Fe/Córdoba), Klimt, Club Hem, La Plata, 2015.





















Canción de cuna

Escuché los latidos en el vientre de mi hermana.
Fueron corcheas, apenas: do, do, do.

Afuera ya se dormían los tordos entre los álamos.
Dormía el calor de mayo. Pero nuestra sangre no.

Un silencio rodó lento, como ruedan los destinos.
Rodó como rueda un canto: sol, sol, sol.







Los chinos saben matar un pez
con varas de bambú
en la garganta.
El pez no cierra los ojos
ni se aquieta
mientras desprenden
sus escamas.
Los chinos saben
de las emociones
que estanca la muerte
en cada víspera.

*

Deseo a veces
la suerte de los peces.
Algún destino útil,
de alimento.
Ya lo he comprendido,
sin embargo:
hay veneno también
en mi deseo.







Acuarela

Hay un ardor brevísimo, fatuo,
ante la pena.
La gota de vino se desliza,
enturbia el cristal.
Luego se seca.
De agua son los frutos
del invierno.
De agua
son los años por venir.