miércoles, 25 de febrero de 2015

Raúl Artola



Raúl Artola (Las Flores, pcia. de Buenos Aires/Río Negro), Registros de hora prima, La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2014.











Indicios
(fragmentos)



Un estandarte japonés habla de viento, bosques, fuego y
montañas. El nieto del guerrero pregunta por qué la montaña
es más importante. Mira a su abuelo, en silencio, callado. Ya
no necesita la respuesta. 




*



Las fuerzas de la naturaleza suceden. Las obras de arte
también, dice Borges que dijo Whistler.
Algunas personas también suceden. Y a su paso hay quienes
se asombran, se santiguan, se indignan, agradecen, se
arrodillan, sonríen y hasta claman por ayuda. O se enamoran
aunque no sepan cómo se hace.










Ensayo general 
(fragmentos)




Cuando cayó el sol me demoré con el fuego. Todo lo demás
era prestado. Las ramas del sauce movidas por el viento
abanicaban el suelo, los pájaros acomodados en los nidos,
el rumor de las aguas del río que corre aún cuando ya no
estamos. A él ya no volvería a verlo. Su última brazada
coincidió con el rápido que no conocía. Yo llevaba los
mapas que se negó a revisar. Ahora no sé si llamar a una
patrulla de rescate o acampar aquí de nuevo, avivar el fuego
y quemar las cartas de viaje. Él no se despidió ni lo alerté
con prevenciones. Siempre lo sabía todo. Mejor pongo más
leña y espero el amanecer en la bolsa de dormir. Pensar sola
es lo que siempre me salió mejor. 




*




El viejo escribe en su nikki las impresiones del día. Su
amiga en Obaru se ha roto una pierna y el hijo la ayuda
como puede.
El viejo quema unas hojas en el jardín agrega flores secas
de cerezo y ruega para que su ofrenda llegue hasta Obaru.
Las nubes parpadean cuando sube el humo perfumado.
El viejo entiende que su amiga ha recibido la intención.


                                                            (a Yolanda I. Garrafa)