miércoles, 16 de noviembre de 2016

Hugo Luna


Hugo Luna (Entre Ríos), Antes del pájaro después del pájaro, Ediciones Fantomas, Concepción del Uruguay, 2016.
















Con solo el reflejo



Me he cruzado en la vida tantas veces
de piernas y con minifaldas
de calle para evitar verte
Me he cruzado de planeta
con solo el reflejo de unos ojos
Me he cruzado en genes enemigos
hasta enamorarme de la carroña y de la sed
Es menester mantener movimiento
asimilando el curso de los días
la insensatez del viento
el piecito nervioso con el ruido musical
No se cruza el río del arrepentimiento
con la débil brazada de la voluntad
Los sacos cruzados se dejaron abandonados
en un perchero sin imaginación
pero cruzamos los dedos en señal
 
de haber encontrado la fe
en la uña esotérica ingenuamente pintada de azul












Un enanito y otro



El enanito que duerme en el jardín
es bueno
pero el que duerme en tu interior
es, cuanto menos,  delicado
El enanito del jardín no dimensiona
 
su lugar de poder
Tiene todas las flores a su merced
y los movimientos de la luz
y las palabras que se echan sobre el césped
y las inquietudes del caracol
Su corazón de cemento es más blando
que el tuyo
late dentro del silencio propio del jardín
De su barba blanca aprenden las nubes
de su gorro rojo depende el fuego
en todas sus variables
Por todo al enanito del jardín
le cuesta espejarse en tu enanito
Tendrás que hacer un esfuerzo
tendrás que trabajar mucho
tendrás que permitirte mirar con otros ojos
No me gusta dar consejos, pero
 
arrima una piedra, escribe en ella
arrójala lejos
en algún solitario desierto, lo tuyo
no es el jardín













La punta del hilo


Poetas vencidos por un plato de arroz
se congregan en torno a mesas de debate
vendidos al mejor postor
al mejor pastor
Aunque los más juntamos piedras
para arrojarlas al escaparate
algunos como yo ni somos poetas
Y para saber qué
recuerdo la manera en que mi abuela
enhebraba la aguja de coser
mojando la punta del hilo con los labios
haciendo obedecer a la pequeña trama
deshilada
por el tirón
Se puede reparar el desgarro fino
la pelusita ínfima, antes que la arrastre
el viento? La Vieja
era sabia y cuando ya no veía me decía
“m'hijo enhebre usted” era el rédito
de conocer el proceso –con perdón
de la palabra–
Al medio día comíamos un arroz blanco
aprovechando la buena luz de la ante siesta
El cereal se encendía en el plato
dejando ver lo íntimo de su relación
con el lenguaje












Va a venir

Ya va a venir el día, ponte el cuerpo – César Vallejo

En la enmarañada lagaña
lejos de la luz que fuera
dentro del sol que todos
Conocemos
Como lo hace en el litoral
mansamente sobre el río
En las casas de ventanas abiertas
y de puertas sin cerrojos
y de sillas siempre dispuestas
va a venir el día la noche ineludible
Para los que duermen en las camas
anchas del confort
para los que sobre cartones
con el acolchado del cielo
con la tibieza de las estrellas
con la helada esperanza del amanecer
ya va a venir el día, ponte
el sombrero ancho que usaba Vincent
silba como lo hacía Traveler
endereza esos clavos
que si no viniera seguiremos
ciegos en la bruma
adivinando el eco de los huesos
arrojando piedras al mar
como si fueran botellas con mensajes
dentro