Silvana Franzetti, Notas al pie, Periódica Ediciones, Buenos Aires, 2016.
Amalia insiste, se pregunta cómo es vivir en Gan Gan.
Servicio de colectivos una vez por semana
según el destino y la época del año.
Por la radio transmiten los mensajes cuatro veces al día*
un hospital, un juzgado de paz, una escuela
un cementerio, una usina.
Irse de esta comodidad, aunque es lo mismo
ella siempre vuelve sobre sus pasos: en un sentido o en otro
da mil vueltas al desierto.
* LU Radio Chubut comunica con una nueva edición del mensajero rural. Muy buenas tardes. Es la hora trece, un minuto. La temperatura en la ciudad de Trelew es de veinticuatro grados, ocho décimas. El viento sopla del Este-Sudeste a sesenta y cinco kilómetros por hora, con ráfagas que alcanzan los ochenta y cuatro kilómetros por hora. El cielo está parcialmente nublado y la visibilidad es buena. Este es el primer comunicado de la presente edición.
Para Nelson, en Puesto de Piedra, se le comunica que no anda la antena de Paso de Indios, la están arreglando. Trate de insistir todos los días.
Bajan los recuerdos, miro a través de sus pliegues.
Así llegaría a un pasado remoto, caería en la trampa*
del alimento congelado: inscripta la fecha de su ingreso
a la cadena de frío, pareciera que ya no necesita nada.
¿Cómo decir, entonces, todo esto?
Bajan los recuerdos, miro esta tarde
a través de películas transparentes de otras tardes.
Esta tarde se borra
o se muestra en el borde de una y otra imagen.
* Para el señor Cecilio Aguirre, en zona de Pampa de Agnia, se le comunica que mañana a primera hora estará la jaula en esa. Firma este mensaje: Paulino.
El anuncio de partida es más que la ocasión de hacer un viaje por el desierto.* Se ve el cielo, la luz le da más relieve a las cosas; el horizonte, una línea quebrada regularmente por la meseta. Acá no hay alrededor, no hay circunferencia, habría que detenerse en las imágenes que no fueron grabadas. El paisaje no está disponible, no estuve en los hechos y una de cada cien descripciones muestra algo a través de lo que dice.
* Para Esmildo Ñanco, en Las Golondrinas, su nieta le comunica que viaja mañana a la hora veintiuna y treinta, llega aproximadamente a la una o dos de la madrugada. Ruega ser esperada.
La duda que precede al viaje se parece, como una mata a otra, al vendaval. * Quizás por la tendencia a moverse que le da su forma de ovillo. Al costado, extendida, sin puntas, apenas transpuesta por el viento, la meseta. Siempre es después cuando me doy cuenta de que estuve en ese lugar.
* Para Miguel Valdés, en zona de Los Altares, se le pide que retire la encomienda en estación de servicio El vendaval. Se ruega a quien escuche este mensaje, se lo haga saber al interesado.
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