Vicente Luy (Córdoba, 1961-2012), Poesía popular argentina, Añosluz, Buenos Aires, 2013.
Lectura de La vida en Córdoba, el 21 de noviembre de 2014 en Casa Sic / Casa (sic), en el ciclo LIBRO COMPLETO (lectura de textos íntegros en vivo, con la participación de poetas y narradores). Los escritores que participaron fueron: Valter Piola, Nicolas Igarzabal, Julia González, Ignacio Perini, Damián Lamanna Guiñazú, León Pereyra, Nadia Sol, Melina Alexia Varnavoglou, Juan Alberto Crasci, Fernando De Leonardis, Sebastián Realini, Carla Sagulo, Quinito Oos, Camilo Mordechai Sce, Esteban Leyes, Mala Ludwig y Frey Chinelli. Esta edición del ciclo fue grabada por Santiago Suarez, de Estudio Phantom. Audiolibro para escuchar y descargar de forma gratuita: https://librocompleto.bandcamp.com/
Colaboración de Juan Alberto Crasci.
Apenas pasa la
tormenta
los riachos de
montaña embrutecen
y retumban
arrastrando
árboles, gente
y algunos amores.
Yo una tarde
perdí un par de
zapatillas
y vi pasar a una
señora
rebotando río
abajo contra las piedras
sin oponer
resistencia.
Y me tenté, pero
no me tiré.
Todo ese día fui
el que no se tiró.
La lluvia de
ayer, tarde
y noche,
fue mayúscula;
y si bien en casa
otra vez hay goteras
y yo estoy
sufriendo
mi susto fue
lejano.
En el barrio ya
no quedan montañas
y las diagonales
sólo dan remansos.
Pero un día
después, hoy, aún húmedas
las puertas,
siento pánico y
violencia.
¿Será el amor que
se aleja?
No, no dije
tristeza; dije pánico y violencia.
Vos quizá te
acuerdes; yo soy
el chico que
perdió las zapatillas
y la parrilla y
una remera
y trepó, presa
del pánico,
justo a tiempo
para ver pasar a una señora
que ya no era una
señora
rebotando río
abajo,
a pasos de Icho
Cruz. Y se tentó
pero no se tiró
–todo el día fue
el que no se tiró–
Y hoy, mucho
tiempo después,
un día después de
una tormenta
siente pánico y
violencia.
¿Será
el amor que se aleja?
Ampulosas como las 11 caídas
de Firpo, las páginas de nuestra
historia relativizan
traiciones y cobardías; curan la sífilis...
- proscriben el láudano
- . . . y nos encomiendan a
Dios nuestro Sr; nos acunan como a
expedientes.
Y si se encienden en la noche
los algarrobos, es cosa de ellos.
La vida para atrás es fácil,
entendible, moral; sobre todo
entendible. Desde indias sin
piel hasta el dulce de leche, la
patria todo lo explica:
nunca ganan los malos
ninguno era marica
y por algo / se los habrán
llevado.
Si fuera Dios me haría
hombre; pero no otro.
Apostaría todo a la
transformación.
Mi desesperación y mi miseria
son la plataforma desde donde
intuyo.
Sólo soy tuyo siendo yo.
Lucas dice que su padre firma
Gatti Hugo porque
el apellido fue lo primero
que su padre le dio.
Bilardo, que si no corre la
pelota un poquito
para atrás es porque va a
pegarle al palo del
arquero; y va Diego y le pega
al palo del
arquero.
Menotti, zapatos blancos y
marrones, bufanda
beige, de charla con un
intermediario (también
de zapatos blancos) a las 11
y media de la
mañana en La Biela, dice que hay que
pasar por
atrás de la jugada. Cappa,
que para ser profundo
hay que ser ancho.
Yo digo que lo que yo digo no
cierra por ningún
lado; pero Uds. saben que es
así.
Y obrar sin evidencia, ¿no es
eso la fe; unido
el corazón a lo que se
piensa, obrar sin
evidencia?
Y obrar según propia fe, ¿no
es eso ser espiritual?
¿Qué es ser espiritual?
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