jueves, 26 de marzo de 2015

Vicente Luy



Vicente Luy (Córdoba, 1961-2012), Poesía popular argentina, Añosluz, Buenos Aires, 2013.


Lectura de La vida en Córdoba, el 21 de noviembre de 2014 en Casa Sic / Casa (sic), en el ciclo LIBRO COMPLETO (lectura de textos íntegros en vivo, con la participación de poetas y narradores). Los escritores que participaron fueron: Valter Piola, Nicolas Igarzabal, Julia González, Ignacio Perini, Damián Lamanna Guiñazú, León Pereyra, Nadia Sol, Melina Alexia Varnavoglou, Juan Alberto Crasci, Fernando De Leonardis, Sebastián Realini, Carla Sagulo, Quinito Oos, Camilo Mordechai Sce, Esteban Leyes, Mala Ludwig y Frey Chinelli. Esta edición del ciclo fue grabada por Santiago Suarez, de Estudio Phantom. Audiolibro para escuchar y descargar de forma gratuita: https://librocompleto.bandcamp.com/

Colaboración de Juan Alberto Crasci.


















Apenas pasa la tormenta
los riachos de montaña embrutecen
y retumban
arrastrando árboles, gente
y algunos amores.
Yo una tarde
perdí un par de zapatillas
y vi pasar a una señora
rebotando río abajo contra las piedras
sin oponer resistencia.
Y me tenté, pero no me tiré.
Todo ese día fui el que no se tiró.
La lluvia de ayer, tarde
y noche,
fue mayúscula;
y si bien en casa otra vez hay goteras
y yo estoy sufriendo
mi susto fue lejano.
En el barrio ya no quedan montañas
y las diagonales sólo dan remansos.
Pero un día después, hoy, aún húmedas
las puertas,
siento pánico y violencia.
¿Será el amor que se aleja?
No, no dije tristeza; dije pánico y violencia.
Vos quizá te acuerdes; yo soy
el chico que perdió las zapatillas
y la parrilla y una remera
y trepó, presa del pánico,
justo a tiempo para ver pasar a una señora
que ya no era una señora
rebotando río abajo,
a pasos de Icho Cruz. Y se tentó
pero no se tiró
–todo el día fue el que no se tiró–
Y hoy, mucho tiempo después,
un día después de una tormenta
siente pánico y violencia.
¿Será el amor que se aleja?















Ampulosas como las 11 caídas de Firpo, las páginas de nuestra

historia relativizan traiciones y cobardías; curan la sífilis...
- proscriben el láudano
- . . . y nos encomiendan a Dios nuestro Sr; nos acunan como a
expedientes.
Y si se encienden en la noche los algarrobos, es cosa de ellos.
La vida para atrás es fácil, entendible, moral; sobre todo
entendible. Desde indias sin piel hasta el dulce de leche, la
patria todo lo explica:
nunca ganan los malos
ninguno era marica
y por algo / se los habrán llevado.












Si fuera Dios me haría hombre; pero no otro.
Apostaría todo a la transformación.
Mi desesperación y mi miseria
son la plataforma desde donde intuyo.
Sólo soy tuyo siendo yo.













Lucas dice que su padre firma Gatti Hugo porque
el apellido fue lo primero que su padre le dio.
Bilardo, que si no corre la pelota un poquito
para atrás es porque va a pegarle al palo del
arquero; y va Diego y le pega al palo del
arquero.
Menotti, zapatos blancos y marrones, bufanda
beige, de charla con un intermediario (también
de zapatos blancos) a las 11 y media de la
mañana en La Biela, dice que hay que pasar por
atrás de la jugada. Cappa, que para ser profundo
hay que ser ancho.
Yo digo que lo que yo digo no cierra por ningún
lado; pero Uds. saben que es así.
Y obrar sin evidencia, ¿no es eso la fe; unido
el corazón a lo que se piensa, obrar sin
evidencia?
Y obrar según propia fe, ¿no es eso ser espiritual?
¿Qué es ser espiritual?
























  

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