martes, 21 de enero de 2014

Diego Bentivegna





Diego Bentivegna (Munro/Buenos Aires), Las reliquias, Alción, 2013.


















Rebaño místico


I

Levanto la memoria, 
                                        la alzo como un muro.
 (Doménico)




Camino por la nieve como un ciego,
un molusco que se asoma del agua en la luz blanca:

deambulo por los caminos que siguen el Isonzo,
el Piave, el Tagliamento
(¿son ahora éstos mis ríos?),
senderos que bordean                    
tranquilos la corriente, se internan
entre manchas de casas que podrían
dormitar ahora mismo en un suburbio quieto:

en silencio, en apagadas manzanas donde nacen
patios con albahaca, macetas de cemento
con pasto mitigado, menta
que crece en las hendiduras de los techos,
hierba que se duerme con luz en las terrazas;

parras donde las uvas se enternecen,
se hacen moradas, negras, con el calor de marzo.








(Plegaria)

Poi s`ascose nel fuoco che li affina.
Dante, Purgatorio, 148.


Ah, tómame, Padre,
bébeme hasta el fondo, rápido:
siento que me desangro en los olivos,
que escribo sin saberlo un poema con mi sangre,
con el agua de vida que se abre paso por mis venas.

Ignoro desde dónde brota mi agua.
Rubrico con una  sola letra esta, mi muerte,
que no llega, que se esfuma
como, cuando atardece, se vuelven impalpables los zorzales.


Soy un cuerpo exiliado que se purga,                                    
que se afina dentro de una llama.












María Teresa Andruetto / Silvia Barei





María Teresa Andruetto y Silvia Barei (Córdoba), Mujeres, artes y oficios, ilustraciones de Mariana del Val, Liliana Menéndez, Mariana Costa, María Antonia de la Torre, Rosa González y Mónica Weiss, Comunicarte, 2013.














Entre/dos


Una dibuja palabras
en pañuelos y caminos
con manos que sirven
para encender fuego sazonar comidas
            acomodar la ropa
las formas sin cuerpo que dejan
las camisas.

Una dibuja palabras
para encender la luz y cantar
            a orillas del cansancio
para apagar las horas imperfectas
            o vacías.

Para apagar las horas vacías
            o imperfectas
una dibuja palabras
            a orillas de la luz.

Palabras bordadas en pañuelos
            o caminos
con manos que sirven
para acomodar los huecos
            los cuerpos amados
que habitan las camisas.

Para encender el fuego
            sazonar comidas:
apio tomillo laurel ceniza
punto nieve baño maría
pan negro mantecado
cuellos puños gamuza
azul apresto mantelería
plumero limpieza lavado
almohada edredón cristal
pasamanos pasamanería
bizcochos sal fina vainilla
tijera zurcido bordado
pétalo jazmín botón
encaje pañolenci puntillas.

Punto cruz punto arroz
punto atrás punto ciego
punto y coma punto seguido
dos puntos: 
            entredós.
           

 (Poema escrito en coautoría por Andruetto y Barei).








Selva Casal




Selva Casal (Montevideo), Días sobre la tierra, Melón, 2013.














III 

Estos fueron los días sobre la tierra.
Nuestros días.
Cuando éramos tan pequeños como sombras
      de sueños.
¿Es cierto que vivíamos al borde de las cosas
sin jamás descubrirlas
y que las tardes se arracimaban dulces
en el umbral de la casa?
Y que había fechas para sonreír, para llorar.
Y yo no estaba nunca
porque siempre era tarde, porque siempre era ayer.


 

XIII

 

Acaso
comenzara por decirte
que me transito como una ciudad extraña
y golpeo las puertas que me cercan
como un muerto en su sombra
o un pájaro vacío.
Yo no sabía morir así.
Donde tus manos pusieran la tierra
allí estaré.
Entrégame a las cosas
porque una espera de luces y de muertes
me desata.