miércoles, 24 de mayo de 2017

Laura Crespi


Laura Crespi (San Fernando, Buenos Aires), Les autres sensualités, Caleta Olivia, Buenos Aires, 2016.




























En lo imposible también hay casas.
El simple mirar, la devoción,
direccionando los desvíos
en las calles de este barrio
que nos llevan
y nos pierden.

El aliento desplazado,
la fiesta en otros lugares
donde las figuras se durmieron
y nos siguieron despiertas
en un sueño solo,
silabeando unos chasquidos
que venían de las hileras de gotas
extendidas sobre el parabrisas
yendo a mínima velocidad
por la avenida azul
bajo el asfalto doble
y rayado en el medio
de esta gran prolongación
hacia la nada.












Alguien sabe
que la proyección
ahora sólo puede decaer
con la oportunidad
de ver elevarse al cielo
desde el techo hasta las tejas
apenas reconstruidas
el fantasma
mientras flota
como un alga entre las olas
la conmoción de ese último naufragio.












Es como una flecha suave
como dios
el pulso quieto
en la distorsionada
y clara posición:
la dinamita viva
del instante.












Las poetas declaman

Toda la conspiración ha sido en vano
Toda la conspiración ha sido en vano

Las poetas invitan y pican
íntimas, como una primavera
nítida, perfecta y liberada
de los pálidos cogollos
del invierno.

Toda la conspiración ha sido en vano
Toda la conspiración ha sido en vano

Las poetas caminaron
por el centro desvestidas
y acamparon
en el medio de la calle
tirándose vino por sus cuerpos,
finalmente se durmieron y aliviaron.

Toda la conspiración fue cáscara
que se partió y se disolvió enseguida
para descubrir sobre el hueso
una inquietud perfecta.