lunes, 27 de enero de 2014

Diego Colomba




Diego Colomba (San Nicolás/Rosario), poemas incluidos en Código urbano. Una muestra de la nueva poesía rosarina, compilación de Osvaldo Aguirre, poesiaargentina.com, 2013.












“Cuando el peso del pasado se apoye en la nada”
Mark Strand

Paz en la chacra


Desde abajo del palomar
es fácil tirarle
a las palomas.

Pero no vale
matarlas así.

El rifle
de aire comprimido
se dobla
como una pierna
huesuda
para cargar los balines.

Es pesado.

Podríamos jugar
a sacarnos los ojos.

Si el abuelo
nos ignora
mientras puntea
la quinta...

Igual desistimos.

Que la tibia luz del sol
siga dorando las chapas,
mientras una fuerte fragancia
de tierra, aserrín y estiércol
narcotiza la mañana.

Pero entra la abuela
cojeando al gallinero
y agarra del pescuezo
a la gallina
más desprevenida:

la revolea
como si le diera
cuerda a un reloj
hasta matarla.

Hoy
se come
puchero.



El peso del pasado

El abuelo hurga
un frasco con tuercas,
clavos y tornillos.

De vez en cuando
se queja
de los pinchazos.

Encuentra monedas
de todos los tamaños
que va depositando
en un estante.

Ahora la mano
venosa y manchada
del abuelo
me da dinero
fuera de circulación,
como sus horas.

Bajito,
para que no escuchen
las mujeres de la casa,
me dice:
“andate al quiosco
y traeme cigarros”.

Sandra Escobar Ginés




Sandra Escobar Ginés (Paso del Rey/Buenos Aires), mimamánomemimamás, 2013. 
















Edades imperfectas


Ella no quería el mantel de hule
que se deslizaba y le dejaba ver la fórmica
Entonces su mamá le servía el arroz con manteca y huevo
y la dejaba ver el Zorro hasta que su papá regresara
Nadie llama a la puerta de la casa de los sueños
Y nadie responde por las ilusiones de vinilo
ni por los ruleros de toca
Pero el olor a jazmines
y a rosas del patio de Paso del Rey y los tilos de la calle
y ese novio que no era
Y el río y la bicicleta roja
Y el portón de hierro
Y Facundo que corría por el pasto bajo el pino
Y los asados abajo del aromo que había plantado el abuelo Héctor

                 Las edades de la ilusión sólo agregan más estrellas en el alma







Prehistoria


Se me durmió el sol
Mamá
Y ya no pude ir a verte
Allí recostada en tu paraíso de plástico
Y benzodiace
Se me durmió la voz
Mamá
Y ya no me leés los cuentos orientales
Y yo que ya no puedo verte sollozar
Porque Evita acaba de morir
Se me cayó el dolor
Mamá
Lo encontré mientras guardaba la muñeca
italiana que el tío Antonio me había traído de uno de sus viajes
La misma con la que no se podía jugar porque se ensuciaba
Y la guardabas como a todos mis juguetes
En impolutas bolsitas polietilénicas
¿Te acordás mamá
Que me enseñabas a leer en la cocina
Mientras vos planchabas
Y yo, sentada en el piso, juntaba las letras de molde
De mi alfabeto gigante?

m-a-m-a
se me perdieron todas las letras en tu nombre









Leopoldo "Teuco" Castilla



Leopoldo "Teuco" Castilla (Salta), Teorema natural, reedición, Hilos editora, 2013.
















El agua

 

                                          A Salvador Garmendia



Hagamos de cuenta
que yo no sé que la lluvia

sólo ocurre en la palabra lluvia

que cae en sentido inverso al espacio

y es

porque deja de ser

como tu ojo deja de ser ojo

al mirar un caballo


no es natural

que llueva

es natural

que tiembles

que temas a la lluvia



que eres casi todo agua

construyes una casa

en nombre de la palabra hombre


agua creyente

te proteges del horror de caer


dices: lluvia

y eres agua

mirando agua





Teorema de una tarde 
 
Unidades:
un pájaro que nunca antes fue un pájaro
sólo nada
salta y desaparece en los ojos

un viejo que habla solo
y mira su voz aparte
para creer que ha vivido

una semilla que se para en la mitad del viento
y crea la muerte
y el grito de un niño
y un golpe de humo
y aparece la mujer que amo
y ese instante
es la forma de la tierra

Otras progresiones:
–esos cantores, el orden de las hojas
del geranio
diez elefantes en el televisor
reducidos
por sólo una mirada–
intentan unir tramar
al pájaro
con el viejo
con el grito y la mujer y la semilla

pero es demasiado tarde
las matemáticas
hicieron su tarea:
para que el tiempo sea relativo
lo nacido
debe ser inverosímil.