martes, 14 de septiembre de 2021

Natalia Iñíguez

 

Natalia Iñíguez
(San Martín, 1983)

Escribir hasta decir basta, San Justo, El Elefante Negro, 2021.




















Escribir hasta decir basta



Escribir en segunda o en tercera.
En persona.
Traer pereza de escribir.
De-escribir una situación absurda.
La anormalidad
con ojos de poeta.

Nota a mí misma:
no escribir sobre escribir,

mirar a la gente
y sentir lo que sienten,
sospechar lo que imaginan:
la gente sonriente
finge,
miente,
fabula
pero no sueña.

Estoy en lo cierto
si miro al mundo con recelo.
Desconfío
de ellos,
de ellas,
de las palabras,
de la poesía que no me deja mentir.

Desconfiar hasta decir basta,
desconfiar como manifiesto
decir basta y decir tragedia
decir lágrima para no soltarla
decir muerte para transitar.

Intento una forma y me digo mujer:
esta que ensayo
no miro con ojos de poeta.
Mis ojos no se pulverizan
con las rosas
Ni con las calles
Ni con el sol
Ni con la tierra mojada

Una vez escribí todo
y ahora es el silencio.
Y el susurro.







Vírgenes

De cuando éramos vírgenes
solo nos queda la música

y el sabor a fruta fresca
en la sinestésica combinación
que es un cuerpo

confusión
trastrocamiento
veo lo agrio
saboreo las formas
y huelo a sexo

las cosas sabían distintas
cuando éramos vírgenes
y todo era nuevo
o no sabíamos qué esperar
y sospechábamos
que el sudor
olía a sal
y que sudar es bueno
que no saber de quién es la humedad
es propicio para el amor

de cuando éramos vírgenes
solo nos queda la música
y el sabor a fruta fresca
huye en la boca de la rutina.







Agapanthus

Nunca pude aprender
los nombres de las plantas
que no supe cuidar

sostengo el tiempo
y pregunto
aguardando el momento
en el que salgan de la tierra
aquellas plantas
cuyos nombres sabré
pero todo no viene de la tierra
o de las manos
cansadas
de alguien más

espero un poema
en el corazón de las flores
que son ovarios
que no duelen
justo en este momento del mes

confieso que tuve que preguntar
su nombre
después de haberlas visto
decorando las sierras
del lugar soñado

pero todo no se aprende preguntando
algunas cosas
necesitan trabajo
y tiempo

una de las cosas que sí aprendí
es a transformar
como química y bruja
la duda en pregunta
y la empatía en comida.








Una posición

que no nos favorece
puede hacer
que todo pensamiento
poema sea
efecto secundario
de la movilidad reducida.