jueves, 20 de agosto de 2015

Marta Miranda



Foto tomada del blog El Desaguadero.
Marta Miranda (Mendoza/Buenos Aires), El lado oscuro del mundo, Bajo la luna, Buenos Aires, 2015.

















El río poderoso 

En medio de la isla 
sola 
en una cama que no es mía 
escucho la tormenta 

Para amainar el miedo 
trato de identificar los ruidos: 
prevalecen 
ante todo 
el chasquido potente 
de la rama de los sauces 
y el enorme caudal 
del río poderoso. 

Miro el Paraná 
calculo 
a lo sumo unos cuarenta metros 
hasta la otra orilla 
en medio 
corre fuerte el río 
trayendo 
lo que trae 

en su anchura 
lleva y deja 
las partes
de una misma 
la gente que se quiere 

aquello 
que no veremos más












La nada 

                  Qué haré con el miedo 
                  Qué haré con el miedo 
                                   A. Pizarnik 


Miro por la ventana 
rastrillo el horizonte buscando 
vida en este paisaje desolado 
creo visualizar una oveja, 
pero no 
es una mata 
definitivamente 
no hay nada 

Pura y fría desolación 
un mal chiste 
como si hubiesen escogido para mí 
este paisaje que sólo contiene 
el verde oscuro de los pinos meciéndose a lo lejos 
una mata 
y el viento 
organizado para siempre 

Perdida en la casa de este páramo 
un plato sobre la mesa 
una silla tumbada 
me recuerdan que alguien alguna vez 
estuvo vivo 

El ruido de un teclado 
pasitos 
diminutos que resuenan 
en lo que bien pudo ser 
un hogar 
o una hoguera 

Hace frío, 
miro por la ventana y veo 
toda mi fiebre 
vuelta del revés 
el hielo quebrándose 
parecido a la lluvia 

en el reflejo veo una mujer 
que busca acariciar 
lo tibio del paisaje












Axis mundi 

Oscura 
la noche vive en tu corazón 
que no me ama 
a cambio 
me ama tu sexo 
y él me da la miel de todas las abejas 

aunque no me ames 
está en mí 
la razón de tu órbita 
porque soy 
la porción del mundo 
que nunca 
podrás ser 

la caverna 
oscura y húmeda 
el ojo de agua 
que te mira 
y te revela












Savoy 

Cinco años después 
sucede lo que nunca esperé 

todo ha cambiado 
yo diría 
incluso para bien 

hay más libros 
una casa nueva 
que no da la vuelta al mundo 
ni está frente a la tuya 
pero es una casa 
y se está bien 
No soy tan inocente 
para creer que 
podías estar acá 
detrás de esta puerta 
sentado 
en este cuarto 
pero hubiese sido hermoso 
que así fuera 

El paso del tiempo lo cambia todo 
cambia hasta el tiempo mismo 
cinco años dura 
una infancia 
también el deseo 
hecho arena, estatua de sal 
memoria 
del amor que comienza 
a deshacerse con la lluvia