domingo, 30 de marzo de 2014

Ana Claudia Díaz



Ana Claudia Díaz (Santa Teresita/Buenos Aires), Conspiración de perlas que transmigran, Zindo & Gafuri, 2013.














Lo que doy


Irse siempre.
Como una ofrena
reverbero
aquietando el mundo
como aliento tornasol
irse en la rojez
o en la roja hierba de marea
un augurio
presagio o rumor virado
de donde voy.







Teorema de espaldas


Solo tenemos miedo
al multitudinario caer de peras
sobre nuestras cabezas, nada más.
incluso si y solo si
estamos reposando bajo un olmo
del bosque en otoño.
Ahora, cae el cuerpo pesado sobre la misma silla
y nadie sabe que lo que se carga
sobre las espaldas al subir la montaña
es para emancipar el rebote.
Los cuerpos indios nos dicen
que hay muchos lugares desde donde
se deja ver esa constelación de estrellas
que nos separa en segundos.
Aros amarillos de cielos profundos que varían y templan.
Arcos que titilan y desaparecen si es que uno los quiere agarrar.
Ajeados también nuestros rostros, de tanta arena que vuela
ahí arriba repletas de vestigios
quedaron las señales que eran signo de la realidad
rasgos entrelazados, y cada una de las partes iguales del tiempo
en que elegimos regresar hasta la culpa, luciéndonos.










Franco Boczkowski




Franco Boczkowski (Chaco), en 30.30. Poesía argentina del siglo XXI, prólogo y selección de F. Bitar, D. Henderson y G. Monchietti, Editorial Municipal de Rosario/Espacio Santafecino/Centro Cultural Parque de España, 2013.








La partida

Acepto las reglas de la partida
y me apuesto, aquí, ante todos,
para que alguien pueda, probablemente,
contarme lo que yo mismo he vivido
o hacer que el tiempo, ese tiempo, me perdone,
por hoy, al menos, que siento
terribles deseos de prestarte atención
y volver al siglo diminuto
tan diminuto como el último
aliento que te oí
y que sentí, por un segundo,
pesar en mi garganta.










Una nueva tentativa

No es ni debió haber sido nunca terminado aquel momento
en que te vi dormir, apenas inclinado
sobre vos, apenas respirando, los dos
al mismo tiempo, ese mismo tiempo
que no te importaba, ni te importa, todavía, perder,
separados ambos del tumulto
que venía de la otra habitación
donde tu madre gritaba bajo el efecto
del nuevo aniversario de su hermana, y ella,
sí, ella misma, tan igual, iba, de a poco, adquiriendo
el hábito del desamor o la impaciencia
que la hiciera preferir a lo real el recuerdo
de haber sostenido un par de momentos felices
y ser ella misma, nuevamente, al lado mío, libre,
fluida, auténtica, quizá por mierdo, o tal vez, pereza de construir
(mientras nos dejaba a ambos encerrados
en aquella reducida reclusión del tiempo)
algo más que ruinas anacrónicas,
previas al esplendor de cualquier civilización.
Conserva, pues, por eso, allí, tu lengua recluida
a su modesto papel que se reduce, por ahora,
a imitar y chupar, sobre todo, y no intentes
indagar con el lenguaje en las razones
que hacen fracasar las tentativas
y reservan la victoria solo al tiempo,
ese devenir del que, en un pacto, nos hemos escapado,
los dos solos, sin palabras y sin el grito,
con apenas la simple, acompasada, respiración.
Que no te preocupe, entonces, esa forma de cambiar;
nos exceden, como ves, esas razones. No son nuestras,
es la tuya que con fuerza se conserva.
Todas nuestras voluntades han sido sepultadas.







Daniel Soria



Daniel Soria (Entre Ríos/Buenos Aires), Aprovechando el feriado, Nova, 2013.

















Mañana

1
Te escribo carta y disculpame
que la lea antes que vos.

2
Encendí la luz y las sombras no se fueron.

[...]
5
El río llevaba las canoas a pulso.

[...]
11
La escasez de animales hizo que las
plantas se volvieran hervíboras.

[...]
42
Va a costar, pero de a poco
vamos a contaminar todas las aguas.

43
...y la lluvia caía, caía, caía y se levantaba.

[...]
52
Motor de dos tiempos que no funciona en presente.

[...]
102
La realidad es involuntaria.
[...]



Tarde


135
Comience siempre a leer desde la izquierda

136
Vocales y consonantes
en su hábitat natural

137
Texto austero

138
Letra chica

139
Papel bajo palabras

140
Espacio visual sonoro

141
Palabras en estado de quietud

142
Se advierte a los usuarios que este discurso va a terminar en un.

[...]




Noche

164
Llegó la noche. No sé si abrirle la puerta

[...]
166
Volar de oído

[...]
169
El intendente inuaguró por séptima vez el
asfalto de una calle que aún es de tierra

[...]
188
Cuando llegue al futuro ya no podré imaginarlo

[...]
216
No hubo manera de hacerle entender que
el sol era más chico que la Tierra

[...]
323
No todo movimiento es estático


 [...]