viernes, 25 de septiembre de 2020

Clara España

 

Clara España (Buenos Aires, 1981)


La reforma agraria de la poesía, fotograbados de Federico Cimatti y Juan Andralis, imprimió Prensa la Libertad, Buenos Aires, 2018.











RECLAMO


1  La colectivización de la palabra y la poesía plural.
2  Romper con el poema para situarlo bajo tierra,
    junto al cultivo de papas y batatas.
3  Repartir lo cosechado de manera ecuánime.

Papas, batatas y todo lo que constituya
acervo poético
es decir, capital
será triturado y arrojado a la marchanta
para su justa, pero azarosa, distribución.





De "La reforma agraria de la poesía"




ESTADO DE SITIO


Tengo tatuado
en la boca
un fantasma
letra catorce
Times New Roman.

Dame tu corazón
entre líneas 1.5, grita.

(...)

Tengo un
fantasma okupa
en mi garganta.
Sostiene que mis
cuerdas vocales
son un arpa.
Cada tanto
abro mi boca
y responde
melodías.
Otros denuncian
que un jilguero
microscópico
microscópico
habita en mí.







FISCHIA IL VENTO


mis palabras
no se editan.


                        URLA LA BUFERA,


mis palabras
no ganan premios
a la trayectoria,
no se venden
como pan
caliente,
no salen
en los diarios.

Que cese el viento.

Que se apague la tormenta.

La poesía
no se traduce
al mejor postor.







KATYUSHA

El clavel
se ha vuelto
bala.

Si yo fuera
la chica del fusil,
te habrías
quedado conmigo  (?)

Si yo fuera,
si yo fuera el fusil,
que dispara
una bala
que es clavel
rojo
en tu boca.

Si yo fuera
la chica
que empuña
un clavel
en tu boca,
te habrías
quedado conmigo  (?)

Si yo fuera
el clavel rojo,
no la bala.







De "Tierra de nadie"





DEUS EX MACHINA

Regresemos a
las cartas de amor
escritas en
máquina de escribir
Underwood, 1921.

Un vecino
escucha al palo
power baladas
y yo tiquitiquitiqui
escribo una carta de amor
a quien corresponda,
aunque no sea
correspondida.









Crece el maíz, el girasol, crecen los gusanos y los pájaros.
La lengua, que ya no es lengua, es martillo y nos golpea,
al ras, al ras de la tierra. Bajo tierra somos uno, bajo
tierra este dedo, este corazón ya no es mío, ni es tuyo.

Expropiemos el poema de su verso y su cadencia.

Asignemos un terruño para el trigo, el corazón.