Analía Pinto (Avellaneda/La Plata, Buenos Aires), Orozquianas, EDULP, 2017, libro digital disponible en http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/59418.
como aquellos que saben que la vida es
ausencia amordazada
Olga Orozco
como aquellos que saben
que hay quienes no van a volver
por más que insistamos
pongamos piedras o flores en su altar
hagamos versos o plegarias
digamos palabras quedas o gritos
destemplados
remarcarán que todo es impertinente y vacío
que nada tiene por qué o cómo
ni tan siquiera para qué
que apenas hay algo que puede ser un acaso
y que tampoco es muy certero
como aquellos que lo saben
entonces
caminamos como si supiéramos todo
y a veces hasta sonreímos
(la ausencia se perpetúa por detrás
como una cicatriz torpemente disimulada)
Y aspira el corazón de cada uno hasta el
fondo del otro corazón
Olga Orozco
nunca deseé yo tanto
nunca quise tanto que un corazón
respondiera con su tam-tam al mío
nunca quise tanto que otra piel
viniera a refundar la mía
con la misma voracidad
de un conquistador en tierras lejanas
nunca deseé tanto que alguien
descubriera los encantos que descubro
alumbro y eternizo dentro mío
nunca entendí que todo estaba aquí
que la hechicera dormía como una princesa
que sólo había que despertarla
y dejarla hacer sus pociones tranquila
ahora ella hará realidad todo lo que deseo
aunque griten que no
los cuervos de antaño
Cautiva en esta piel
Olga Orozco
metida dentro de este haz
de estas dentelladas ciegas que doy sin
respiro
metida dentro de esta luz
tan metida que sólo se inquieta la
superficie
cuando la ronda tu figura
como un felino dios que la atisbara
entre sus bigotes y las sombras
metida dentro de esta piel
que se agita si la nombrás
y como una flor sensitiva
se irisa se tensa se inflama
quiere expandirse estirarse
hasta rodearte
y que así la lleves
cautiva prisionera
para siempre atrapada en vos
tan contenta
al fin
Yo, que aspiraba a ser arrebatada en
plena juventud
por un huracán de fuego
Olga Orozco
y aún aspiro
a que un huracán de fuego furioso
me arrebate a su centro
me deshaga
y tome de mí lo que más quiera
aún aspiro
a convertirme en un punto ígneo
en el péndulo más vertiginoso
aún aspiro
a que el ardor jamás se extinga
a que la pasión me sumerja en sus aguas
aspiro
a llevar tu sabor
prendido en la lengua para siempre
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