Nicolás Lepka (Córdoba, 1987)
Algo de la poesía publicada recientemente en la Argentina.
jueves, 25 de marzo de 2021
Juliana Bonacci / Nicolás Lepka
Nicolás Lepka (Córdoba, 1987)
sábado, 20 de marzo de 2021
Muriel Rukeyser, Anne Sexton, Adrienne Rich traducidas por Daniela Camozzi
Anne Sexton (EEUU, 1928-1974)
Poemas de The Gates (1976), de Muriel Rukeyser
Pintores
En la caverna con una llama antigua
hay una mujer, parada, brazos en alto. Rama roja, rama negra, rama ocre.
Un muro de oscuridad crece sobre ella.
Los hombres cazan afuera en la primera luz del día
pero aquí, en este parpadeo, uno o dos hombres pintan
y hay una mujer entre ellos.
Enormes criaturas aparecen en los muros de piedra,
su piel, sus ojos, su sexo, sus corazones,
los pintores en la caverna les dan vida, roja, ocre, negra,
hay una mujer entre ellos, que pinta.
PAINTERS
In the cave with a long-ago flare
a woman stands, her arms up. Red twig, black twig, brown twig.
A wall of leaping darkness over her.
The men are out hunting in the early light
But here in this flicker, one or two men, painting
and a woman among them.
Great living animals grow on the stone walls,
their pelts, their eyes, their sex, their hearts,
and the cave-painters touch them with life, red, brown, black
a woman among them, painting.
Canción: recuerdo las películas
recuerdo las películas amor
recuerdo las canciones
recuerdo las escenas y los flashes de tu vida
venían a mí mientras soñábamos, acostadas
y ofrendábamos los sueños
en los flashes nítidos de la luz
llovían desde las escenas de tu vida
las historias sin fe, las aventuras, el descubrimiento
la sexualidad se abría capa tras capa
música nítida que llegaba para siempre a mi vida
yo canto las películas de tu vida
las secuencias cortadas en ritmos que chocan
ritmos que se unen, amor,
yo canto las canciones
SONG : REMEMBERING MOVIES
remembering movies love
remembering songs
remembering the scenes and flashes of your life
given to me as we lay dreaming
giving dreams
in the sharp flashes of light
raining from the scenes of your life
the faithless stories, adventures, discovery
sexuality opening range after range
and the sharp music driven forever into my life
I sing the movies of your life
the sequences cut in rhythms of collision
rhythms of linkage, love,
I sing the songs
Poemas de To Bedlam and Part Way Back (1960), de Anne Sexton
Una de esas
Anduve por ahí, bruja poseída,
aceché el aire negro, de noche más osada;
soñé con el mal, hice de las mías
sobrevolé las casas bajas, fui de luz en luz:
sola de mí, con mis doce dedos, desquiciada.
A una mujer así no la creen mujer del todo.
Yo fui una de esas.
Encontré refugio en las cuevas del bosque,
las llené de sartenes, figuras, estantes,
armarios, sedas, un sinfín de objetos;
les serví la cena a los gusanos y a los elfos:
lloriqueé un poco, acomodé cada cosa.
A una mujer así nadie la entiende.
Yo fui una de esas.
Viajé en tu carreta, con vos al mando, y agité
los brazos desnudos al pasar por cada pueblo,
aprendí las últimas rutas brillantes, sobreviví
a tus llamas que aún muerden mi muslo
y mis costillas se quiebran donde giran tus ruedas.
A una mujer así no le da vergüenza morirse.
Yo fui una de esas.
HER KIND
I have gone out, a possessed witch,
haunting the black air, braver at night;
dreaming evil, I have done my hitch
over the plain houses, light by light:
lonely thing, twelve-fingered, out of mind.
A woman like that is not a woman, quite.
I have been her kind.
I have found the warm caves in the woods,
filled them with skillets, carvings, shelves,
closets, silks, innumerable goods;
fixed the suppers for the worms and the elves:
whining, rearranging the disaligned.
A woman like that is misunderstood.
I have been her kind.
I have ridden in your cart, driver,
waved my nude arms at villages going by,
learning the last bright routes, survivor
where your flames still bite my thigh
and my ribs crack where your wheels wind.
A woman like that is not ashamed to die.
I have been her kind.
La música vuelve a mí
Disculpe, señor. ¿Cómo vuelvo a casa?
Apagaron la luz
y la oscuridad avanza desde el rincón.
No hay letreros en esta sala,
solo cuatro mujeres de más de ochenta,
todas con pañales.
La la la, ah, la música vuelve a mí
y siento la melodía que sonaba
la noche en que me dejaron
en este sanatorio en la colina.
Imagínelo. La radio prendida
y todas acá locas de remate.
Me gustó y bailé en una ronda.
La música se derrama sobre la razón
y de una forma muy extraña
logra ver más que yo.
Quiero decir, recuerda mejor;
recuerda la primera noche acá.
El frío punzante de noviembre;
hasta las estrellas estaban clavadas al cielo
y una luna demasiado brillante
se metía entre los barrotes y me pegaba
con una melodía en la cabeza.
Me olvidé de todo lo demás.
A las ocho de la mañana me atan a la silla
y no hay carteles que digan cómo volver,
solo la radio con su golpeteo ensimismado
y la canción que recuerda
más que yo. Ah, la la la,
esa música vuelve a mí.
La noche en que llegué, bailé en ronda
y no tuve miedo.
¿Señor?
MUSIC SWIMS BACK TO ME
Wait Mister. Which way is home?
They turned the light out
and the dark is moving in the corner.
There are no sign posts in this room,
four ladies, over eighty,
in diapers every one of them.
La la la, Oh music swims back to me
and I can feel the tune they played
the night they left me
in this private institution on a hill.
Imagine it. A radio playing
and everyone here was crazy.
I liked it and danced in a circle.
Music pours over the sense
and in a funny way
music sees more than I.
I mean it remembers better;
remembers the first night here.
It was the strangled cold of November;
even the stars were strapped in the sky
and that moon too bright
forking through the bars to stick me
with a singing in the head.
I have forgotten all the rest.
They lock me in this chair at eight a.m.
and there are no signs to tell the way,
just the radio beating to itself
and the song that remembers
more than I. Oh, la la la,
this music swims back to me.
The night I came I danced a circle
and was not afraid.
Mister?
Poemas de Diving into The Wreck (1973), de Adrienne Rich
Desde la prisión
Bajo mis párpados se abrió otro ojo
despojado mira
a la luz
que absorbe el mundo del dolor
hasta cuando duermo
Nunca deja de observar
cada cosa que me pasa
y más
ve los palos y las culatas de los rifles
subir y caer
ve
el detalle no en la pantalla
los dedos de la mujer policía
que hurgan en la concha de la puta joven
ve
las cucarachas que se arrojan a la sartén
donde cocinan el cerdo
en la cárcel de mujeres
ve
la violencia
arraigada en el silencio
este ojo
no es para llorar
su visión
debe estar despejada
aunque haya lágrimas en mi cara
su intención es la claridad
no debe olvidar
nada
FROM THE PRISION HOUSE
Underneath my lids another eye has opened
it looks nakedly
at the light
that soaks in from the world of pain
even when I sleep
Steadily it regards
everything I am going through
and more
it sees the clubs and rifles-butts
rising and falling
it sees
detail not on TV
the fingers of the policewoman
searching the cunt of the young prostitute
it sees
the roaches dropping into the pan
where they cook the pork
in the House of D
it sees
the violence
embedded in silence
this eye
is not for weeping
its vision
must be unblurred
though tears are on my face
its intent is clarity
it must forget
nothing
Canción
Te preguntás si me siento sola:
digamos que sí, que me siento sola
como el avión que vuela solo y a nivel
en su onda de radio y que apunta
a través de las Rocosas
a los pasillos de vetas azules
de una pista de aterrizaje en el océano
¿Eso me preguntás, si me siento sola?
Bueno, claro, sola
como la mujer que cruza el país en auto
día tras día y decide abandonar
kilómetro tras kilómetro
esos pueblos donde podría haberse quedado
para vivir y morir ahí, sola
Si me siento sola
debe ser la soledad
de despertarme primero, de inhalar
el primer aliento frío del amanecer en la ciudad
de ser la que está despierta
en una casa rodeada por el sueño
Si me siento sola
es con el bote congelado en la orilla
en la última luz roja del año
que sabe lo que es, que sabe que no es
ni hielo ni barro ni luz invernal
sino madera, con el don de arder.
SONG
You’re wondering if I’m lonely:
OK then, yes, I’m lonely
as a plane rides lonely and level
on its radio beam, aiming
across the Rockies
for the blue-strung aisles
of an airfield on the ocean
You want to ask, am I lonely?
Well, of course, lonely
as a woman driving across country
day after day, leaving behind
mile after mile
little towns she might have stopped
and lived and died in, lonely
If I’m lonely
it must be the loneliness
of waking first, of breathing
dawn’s first cold breath on the city
of being the one awake
in a house wrapped in sleep
If I’m lonely
it’s with the rowboat ice-fast on the shore
in the last red light of the year
that knows what it is, that knows it’s neither
ice nor mud nor winter light
but wood, with a gift for burning.
jueves, 18 de marzo de 2021
Jorge Curinao
Gorriones de la noche, Trelew, Remitente Patagonia, 2020.
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jueves, 11 de marzo de 2021
Catalina Boccardo
El pico de los pájaros, Buenos Aires, Barnacle, 2021.
Acá no hay palabras que hablen de los pájaros,
hay pájaros.
El ronquido,
piar,
en medio de lastimeros fracasos
del vuelo,
nido primigenio
romperse un ala
o una pata,
caer,
este mundo no dará reparo alguno,
aves trastornadas,
mismo aire,
desfallecen en verano sobre el pavimento.
Yo encontré la salvación, un pájaro herido.
Pía, siempre pía de felicidad.
Alegre y profundo, ni siquiera encoge sus plumones ante
la lluvia.
Y ella se habrá creído muerta pero tenía dos vidas:
la de la melancolía
y la hondura
de este repentino hogar.
Queremos acceder al vuelo.
Un deseo se asemeja a la dirección
hacia la cual nos movemos
y escapamos de la orfandad,
veloces.
Un pájaro herido. Un pájaro huérfano.
Sus plumas cambian cada día,
se eleva apenas puede.
La forma que toma eso amado,
hecho carne,
se sostiene con tu mano
al vaivén del viento.
A veces hace así: con un solo ojo observa una rama.
Y la rama se mece y le provoca un temblor.
Cuentan que hace miles de años otra paloma fue
/lanzada en medio del diluvio.
Regresó con gajos de olivo de tierra cercana.
Está escrito.
Ahora un minúsculo animal se asombra por primera vez
ante la naturaleza;
crea un árbol,
el cielo,
las hojas entregando la sombra.
Divino pájaro del mito
aunque éste
real y terrestre
se pierda en las tormentas
y nos deje vacíos.
Ciertas mosquitas revolotean alrededor
de los granos que fermentan,
el agua hizo su tarea
de espera,
ser alimento de paloma.
La casa se transforma, una pajarera
donde intercambiamos olores
y horas secas o
húmedas,
sueltas o en rincones,
de ave tierna
desplumándose
contra cualquier pronóstico
saldrá.
Sus semanas como años,
un nombre
como los humanos bendicen
a los seres pequeños
sobre los que se imponen,
llegará a construir su hogar
en el mismo sitio del primer nido,
gritará ¿ven? puedo recordar todo.
La metáfora modifica los cuerpos
de las aves
convertidas en nidos,
ramas
frágiles a la respiración densa de los días.
Custodios
ante el mal
con sus huesos
y de tierna carne
late
la horma de un corazón
arrullador
avisando el frío para que te espantes,
sabe de la calma sobreviniente
a las tormentas de algunas vidas,
los mensajes,
ellas nos eligen porque somos su alimento
de palabras.
lunes, 1 de marzo de 2021
Diego Rosake
Las estatuas olvidadas no aparecen en los manuales de historia, Buenos Aires, Caleta Olivia, 2020.