Alberto Muñoz (Buenos Aires), Celan en
la espera, poesiaargentina.com, 2013.
Ebook de descarga
gratuita: Celan en la espera.
Celan en otoño
Estás aquí, Celan, en este río que de lejos parece la media de un difunto. Leo en voz baja uno de tus libros frente al agua fresca y disciplinada (como la cabellera de tu madre).
Se abre tu camisa blanca que exuda, lo de adentro parece cuarzo.
Esperando un cargamento de maderas desde el puerto de frutos llegó por agua la noticia de tu muerte, flotaba de muy lejos sobre un río podrido y parisino.
Voy a alcanzarte un vaso de agua. Mañana remaremos por el Caraguatá envueltos en las primeras lluvias del otoño.
Hay en este día una mancha de oro resplandeciente. Tuya es la savia, Celan.
Estás aquí, Celan, en este río que de lejos parece la media de un difunto. Leo en voz baja uno de tus libros frente al agua fresca y disciplinada (como la cabellera de tu madre).
Se abre tu camisa blanca que exuda, lo de adentro parece cuarzo.
Esperando un cargamento de maderas desde el puerto de frutos llegó por agua la noticia de tu muerte, flotaba de muy lejos sobre un río podrido y parisino.
Voy a alcanzarte un vaso de agua. Mañana remaremos por el Caraguatá envueltos en las primeras lluvias del otoño.
Hay en este día una mancha de oro resplandeciente. Tuya es la savia, Celan.
Es una buena tarde para pescar, una buena tarde para traducir.
El vacío desconcierta, se mineraliza y anima. En el vacío apoyamos el fondo del culo; las vidas son vacías, las horas, la carne, el hígado.
Te escucho murmurar en idiomas extraños, como si dijeras una plegaria o un inventario de herramientas. En el muelle una araña teje su letra diminuta, su tela fronteriza y fugitiva; teje en el vacío su montón de hilos, nosotros nos cubrimos las piernas con una colcha verde tejida por mi abuela hace setenta años. Me vienen a la memoria sus ojos celestes y sus canciones españolas.
Una gota plateada se sacude en el aire, ¡pescamos!, un bagre lucha en el anzuelo, tu ojo mira sus enormes bigotes estrafalarios. Todo parece verdad en ese eléctrico risco de escamas.
Celan, ¿en qué idioma se dará su muerte vacía?