lunes, 28 de septiembre de 2015

Iris Rivera




Iris Rivera (texto, Buenos Aires) / Josefina Calvo (ilustraciones), La niña de agua, Del Naranjo, Buenos Aires, 2015 (fragmento).
















La niña de agua




En el lago vive la niña de agua
con las tormentas se despeina y araña las orillas
pero en los días claros se vuelve transparente
y nadie puede imaginar que existe.



Un pescador de lunas
arrastró hasta la orilla su barca
cuando caía la tarde.
La luna que subía
brilló en la media sonrisa del pescador. 

La niña de agua
enrojeció de sospecha
y lo vio entrar en sus dominios
como se mira a un ladrón.


El bote se movía mientras ella
sosteniendo la luna
dejaba que los remos la peinaran
pero sus piernas de agua
iban rozando los bordes de la barca. 


En la mitad del lago
el pescador deslizó el ancla
que nadó como un pez
y se prendió en el fondo.

Entonces
la tanza silbó en el aire
y el anzuelo cayó sobre la luna.

Un toque apenas
una salpicadura
pero la niña arqueó
los dedos como garras
y con sus uñas blandas
desgarró la luna.
Y el pescador
no la pudo pescar.

[...]



En el lago vive la niña de agua
con las tormentas se despeina y araña las orillas
pero en los días claros se vuelve transparente

y nadie puede imaginar que existe.