lunes, 10 de abril de 2017

Alberto Cisnero


Alberto Cisnero (La Matanza, Buenos Aires/CABA), Oquei, gracias, Barnacle, Buenos Aires, 2017.





























2-


y sí dije sí lo haré sí. hasta que no quede más
que la madera sana. yo también quiero llorar
o tener un secreto digno de encubrir, algo
para completar con palabras. cuando algunas
tardes tu nombre asoma. trémulo en el estanque,
más diáfano que cualquiera. a persuadirme
no sé de qué. a hacerme creer que estoy vivo.
que en este libro hago el papel de alguien
que escribe un libro. 












5-


verter algo en la fibra óptica. comunicarnos
no un mensaje en la forma clásica, sino la forma
completa de un deseo, huidizos y apartados
en los charcos, sumidos en un tranquilo orar.
decirnos algo bello y sucio que nos acerque
cada vez más, en plena duermevela. en la raridad
del otro mundo, sin raciones escasas, tendidos
sobre la maleza para mirar las nubes o leyendo
al recluso de charenton con diccionario.
nota bene: su rostro se ve diferente mientras
duerme. le añadí una pequeña explicación,

una lista de cosas que me dan miedo.












6-


cada núbil madrugada, cada signo
y cada espacio, las luces y el núcleo de la llovizna; 
frágiles pétalos, tudescos. el núcleo de esa flor
es a veces negro. tenelos en la mano, cuidalos.
y si integran un sueño verdadero,
que se pulvericen encuadernados en un volumen
o donde más quieras vos. en este lugar
de la pampa ha estado lloviendo
toda la noche. quería que lo supieses,
por si me muero mientras duermo.
  











10-


sucedió todo eso, sucedió y ya no sucede.
algo vivo y quizá definitivo que, como un dique,
tenía su punto de menor resistencia.
sin que yo lo merezca, me favoreció en la niebla
o las nubes, según hubiera sol o lloviese. uno
espera y se despide de lo mismo. agua lustral
hasta el agua de los caños. ni el oro, ni la paga:
tengas noche feliz y dulce sueño. te doy estas
señales. el rumor, luego lo abrupto. surgirán
ya las flores. si de eso hablábamos.













13-

ahora te hablo y por consiguiente igual
que los grillos, de la basura me alimento
en cada palabra cifrada entre las manchas,
noto la aceleración y la inminencia que aguarda
tras éstas, instadas a leve fatiga, sin pretender
la sublime esfera sino otro periplo a resguardo
de mi conciencia. vienen de otra parte. aun
en los momentos difíciles y en momentos
de descuido, pienso en esos instantes. es bueno
tenerlos presentes. a veces cántaro, a veces
piedra y arena. todo vacila con la lluvia. quería
decírtelo, como cuando dije algo que no se oyó.












20-

porque forma parte del trato. no importa cuánto
o qué haya borroneado. lo que urdo es para vos.
el amor interesado de un animal. te incluyo.
aunque no aduzcan fines pulcros mis recursis,
su contenido de frasco de tinta. y de la bondad
provechosa del sol y las flores, nada sabía
de ellos. ni sus nombres ni sus rostros.
pero entonces no te conocía. una medida
del tiempo. y pisoteo querubes, elixires,
estelas. cada día. porque sé cómo
partir y regresar.