lunes, 7 de marzo de 2016

Diego Vdovichenko



Diego Vdovichenko (Entre Ríos/La Plata, Buenos Aires), Volver a la escuela, La Plata, Club Hem, 2015.

























martes

estoy sentado en el aula
es la hora del recreo
afuera algunos chicos
adentro otros.
una sola continúa con la tarea, se copó
no sé su nombre y sufro.

durante la hora vimos leyendas quechuas,
armaron grupos con la idea de inventar una historia.
eso a ninguno
le interesó.

al principio les mostré un libro de cartón
les gustó.

leí un fragmento
les gustó.
ahora gritan, corren, juegan pulseadas, se miden
de a ratos entran chicos de otros cursos y me dicen

vos sos piola profe

me presentan amigos de ellos, tomamos mate

estoy desorientado.









martes


II

Juan me contó la historia de un hombre
que se hizo mujer, de una mujer
que se hizo hombre y que ahora son pareja.
lo vio en Infinito. 

quedamos en que le traía un cd de Fuerte Apache
y Sara Hebe para la próxima clase.

no sé si las cosas cambiarán
pero este momento es único.
algunos dibujan, otros miran los libros, se ríen,
hacen chistes, nada de esa gilada de agredirse.

Juan canta.
Ángel no lee, no canta, no molesta.
está sentado con el libro sobre la mesa.
habla un corte con la Melisa y de vez en cuando sonríe.

me dijo que no tiene carpeta.
le dije que le iba a comprar una carpeta y un block de
hojas.

en el recreo nadie quiere salir.










martes

hoy hablamos un poco del fin de semana largo,
dijeron algo del Adrián
que la mamá no lo dejó salir.

también le decían cosas de la Martina, la chica nueva.
Adrián se hizo el piola,
no copió nada de lo que les di para hacer.

es raro porque nunca es así.

están súper inquietos.

parece que uno de tercero le comió la piba al Ángel
y él
debe demostrar que eso a un hombre no se le hace.
los demás lo jetean,
ma vale gil ma vale
pero para mí tiene un miedo bárbaro.
con suerte mide un metro treinta
y sus brazos son dos frenadas de bici.

les dicté una consigna para trabajar el barrio.
al principio de las clases les leí un poema.
se callaron cuando terminé

no entendimos nada profe

el Matías camina durante toda la clase por el aula.
están tranquilos un rato y al toque la agitan.
hablan de pelear siempre, de defenderse, si no
te toman por boludo, te descansan.

les leí otro poema y ni les calentó.

el Matías empezó a ponerse cada vez más inquieto
decía que él era del barrio y que allá
te la tenés que bancar porque él es como es
y no tiene por qué hacerle caso a nadie

en un corte patea un banco,
va y le escribe las hojas a la Martina
le digo que se calme.
los demás lo alientan,
él se ceba cada vez más.

me paro y les pregunto qué onda,
qué es eso de bancársela
de pelearse con todos los demás que opinen distinto.
Matías me dice que él se la banca,
que a mí me la da si quiere.
le pregunto si está seguro y si cree que es necesario.

se saca la bufanda y la visera
y me encara desde el fondo del aula.
patea un banco
se viene al humo.

me quedo parado mirándolo con muchas ganas
de reventarle la cabeza contra el pizarrón.

cuando se empezó a acercar pateando los bancos
se paró el Ángel y le tiró un

tranca wacho

el aula quedó en silencio.
Matías se acercó, levantó la mano
derecha. lo miré.
amagó, pasó por atrás mío como dando la vuelta
y siguió para el fondo.
ya estaban viniendo el Ale, el Ángel y el Juan a calmarlo.

me quedé parado. duro.
como mirando un punto fijo en la ventana.
sonó el timbre.


hasta el viernes chicos.