lunes, 9 de febrero de 2015

Ignacio Uranga




Ignacio Uranga (Bahía Blanca), Materna, Viajera Editorial, Buenos Aires, 2014.






















una mano, la mano que retiene en el mundo a quien flota:
en el mundo de una mano pende la que alto vase lejos:
tendida frágil mano al amor que elévase del mundo en ida
tal un trépano que rompe lo hecho en óleo por Chagall
acaso rompe el punto exacto como un trépano quirúrgico
el trépano que húndese preciso y perfora lo amado unido
exacto el punto en que entrelázanse la manos aferradas
el justo punto en que una mano de óleo se da a retener
a quien ingrávida se eleva y flota en el mundo retenida:
la mano que sostiene una voz satelital en punto 3 am
tal cual un trépano quirúrgico en punta sobre 3 am, pues
la ciencia dice ha hecho todo, con voz satelital lo dice:
satelital la voz como un trépano quirúrgico ante la mano
la mano de quien oye a lo científico decir se ha hecho todo
lo hecho todo al alcance de la mano de la ciencia se oye
en voz satelital sobre una mano que urde calma a pesar
no obstante rómpese lo unido dulcemente por Chagall
en lo proporcional inverso el caso a Sumpa, Santa Elena:
en Sumpa, Santa Elena, restos paleoindios ámanse aún:
amar hasta el apague acaso, tras metros bajo tierra unidos
únense incluso en Sumpa, Santa Elena, el hombre, la mujer
contrario al trépano que rompe el punto exacto en Chagall:
la mano separada ahora de quien vase lejos para siempre
tal cual una cometa infantil sin mano alguna en el mundo
tal cual fugaz una cometa sideral en su extinguirse libre
tal cual tendida Ophélia como un lirio sobre el río negro



















la poca alma en queda, la queda, rota, pues
tras el venido apague en tres am sobre el al-
ma, alma de lo amado en queda ahora: sým-
bolo de una Grecia antigua, la bella antigua:
lluvia a caer, caída al fin, gotas, tal como si
cuentas, tal cual perladas cuentas sucesivas
cuentas cultivo en la infancia vistas, cuentas
a saldar incluso de la infancia: interrumpida
una infancia a saldar, la infancia: en rejas hoy
detenida, tras caer, tal estalagmitas, en queda:
gotas tal el alma acaso, tuya, mía, tuya y mía:
oscuro el fondo un cielo, el cielo oscurecido
por Wystan Hugh en duelo, median detenidas
tal lo ya caído, gotas a caer, que caerán al fin
en su caer, el caer, el dar al deshacer, el des-
hacerse al fin en impactar, un violento impacto
el violento impacto que deshace: absoluta, pues
la incerteza esta de tener por absoluto un no saber
el no saber, tal la única certeza: aplasta, solápase
al tiempo en que recíbese un impacto, el impacto
el impactar a la intemperie, tal Phlebas el fenicio
en su yacer de días: ya días el yacer de Phlebas
el fenicio, en que olvida el grito de gaviota, los
gritos de gaviotas, el hondo marítimo en oleaje
de mar oleado en el olvido, el olvidado mar por
Phlebas el fenicio, que olvídase también al punto
casos relativos a pérdida o ganancia: una corriente
la corriente submarina, suave, ha recogido sus restos
los restos de Phlebas el fenicio, quien hace días yace:
la mar en baja o plena su vejez atravesó, su juventud
las de Phlebas el fenicio, en tristes remolinos: acaso
quien gira la rueda, quien hace girarla, quien gírala
y avista vientos contrarios mientras piensa en Phlebas
semejante la belleza, Materna, a la tuya, contraria tal
los vientos avistados por quien piensa en el yacido
tras guardias de ceniza, mis guardias de ceniza, las
mías, en siempre duelo por las tres am: no pájaro que
tal cual Phlebas el fenicio yace: sé en mí, tal cual
un Bennu egipcio, el Bennu egipcio, antiguo Bennu
egipcio, donde acaso fueres: seas en mí, sé en mí