Silvia Castro (Fisque Menuco/General Roca, 1969 / vive en CABA)
Pisagua, Buenos Aires, La Gran Nilson, 2019.
cuesta hacer pie
la montaña cae
la montaña cae
Rolling Stones
y los gritos sin público
los pescadores callan
una canción no cuenta nada
a nadie
los niños saltan para ver más allá
el mar es una cama elástica
un ta te ti
de cruces
sin círculos
todos perdieron
el cuerpo
aquí
un campo de concentración no es un lugar
es todo lo que se puede morir estando vivo
todo lo que se puede vivir estando muerto
uno podría hablar sólo de pies
de gatos
que ven apenas
la parte de abajo del amo
de un animal que no aprendió a trepar
los muertos habitan el lado subterráneo
de los dueños
la tierra es de otros
en Pisagua
sólo se está enterrado
ya libre la paciencia sin alambres
la furia sin alambres
tensa la tripa para poder tañer
sea la superficie liebre huidiza
playa de canela y clavo de olor
un envase perfecto para hacer conserva
con cada deudo que los nombre
nadie cuida esta carne
que ha venido a pudrirse
y desaparecer
abrir en rana el cuerpo flamante
si entrechocan las cañas
dejar que descanse
que palpite lo suficiente
que se crea invencible
no estará visible en los planos
no se apoyará en la montaña
no se hundirá en el mar
ni flotará en el aire
vivir no estará en los planes de nadie
anudar cada punta de cada hilo
antes de pasar
y suturar
Pisagua en aymará
significa tierra sin agua
Tarapacá
ave que planea
en el calabozo
ya no quedan puertas ni ventanas
un cóndor vigila el lente de la cámara
posado en un dintel
no se espanta
se abre lentamente
entrega todo su plumaje desplegado
desafía la respiración del cristal
el cóndor es inocente
la carroña
no
eviscerar la montaña
sin frenar
el azote del olor
que no se aquiete el desierto
ni se deje coser
que se deshilache
quedarse
hacerse el muerto
y ser descubierto