lunes, 5 de octubre de 2020

Silvia Castro





Silvia Castro (Fisque Menuco/General Roca, 1969 / vive en CABA)

Pisagua, Buenos Aires, La Gran Nilson, 2019.


















cuesta hacer pie
la montaña cae

Rolling Stones
y los gritos sin público

los pescadores callan

una canción no cuenta nada
a nadie

los niños saltan para ver más allá
el mar es una cama elástica

un ta te ti
de cruces
sin círculos

todos perdieron
el cuerpo
aquí











un campo de concentración no es un lugar

es todo lo que se puede morir estando vivo
todo lo que se puede vivir estando muerto











uno podría hablar sólo de pies
de gatos
que ven apenas
la parte de abajo del amo
de un animal que no aprendió a trepar

los muertos habitan el lado subterráneo
de los dueños

la tierra es de otros

en Pisagua
sólo se está enterrado











ya libre la paciencia sin alambres
la furia sin alambres
tensa la tripa para poder tañer
sea la superficie liebre huidiza
playa de canela y clavo de olor

un envase perfecto para hacer conserva
con cada deudo que los nombre

nadie cuida esta carne
que ha venido a pudrirse
y desaparecer











abrir en rana el cuerpo flamante
si entrechocan las cañas
dejar que descanse
que palpite lo suficiente
que se crea invencible

no estará visible en los planos
no se apoyará en la montaña
no se hundirá en el mar
ni flotará en el aire

vivir no estará en los planes de nadie

anudar cada punta de cada hilo
antes de pasar
y suturar











Pisagua en aymará  
significa tierra sin agua

Tarapacá
ave que planea

en el calabozo
ya no quedan puertas ni ventanas

un cóndor vigila el lente de la cámara
posado en un dintel

no se espanta

se abre lentamente
entrega todo su plumaje desplegado
desafía la respiración del cristal











el cóndor es inocente
la carroña
no

eviscerar la montaña
sin frenar
el azote del olor

que no se aquiete el desierto
ni se deje coser
que se deshilache

quedarse
hacerse el muerto
y ser descubierto