Paulina Vinderman (CABA), Ciruelo, Alción, Córdoba, 2014.
7)
¿Cómo será la cara de la ausencia?
¿La creeremos tangible?
El sueño donde volvemos al mundo
antes de haber sido lanzados con furia,
hacia él, cuando nacimos.
La belleza es una trampa.
El amor es otra.
Se necesita algo más que ese sol rojo
sobre el día para confirmar nuestras vidas.
Entre la naturaleza y el arte hay un lugar,
un lugar de gracia —mínimo— donde vivir.
Un lugar solitario para solitarios,
con hierbas, fantasmas, y muros y algún árbol,
y la obstinación mustia y orgullosa del fracaso.
"Acércate amor mío, estoy aquí", le susurraremos
a la ausencia.