Lidia Rocha (Trenque Lauquen / vive en CABA)
Soltar la casa, Buenos Aires, La mariposa y la iguana, 2020.
tanta magia
tirada porque sí
con sus ninfas de enero
sus fuegos fatuos
vale la pena saltar por la ventana
cuando un celaje parte
la luna
como si un hada
esperase en el patio
donde un caballo duerme
en el agua de los bebederos
bailan resplandores
euforia de estar sola
y con años tan pocos
cada paso que das
te devuelve al principio
almas gemelas nos arremolinamos
sobre los médanos
(no te ilusionen en esta geografía
las yemas de los dedos
tocándose)
el viento, el viento siempre
y otra vez la estrella solitaria
como cuando habías muerto
o eras niña
en la crudeza
del patio
aún muy quieta
con los ojos cerrados
huelo el paraíso
flores amarillentas
y un atisbo de blanco
para que se cuelen
plegarias
apenas dichas
entonces
una música
cautiva sin saberlo
hace pie
en otra parte
así la infancia juega a la fe
y a las incertidumbres
vi lo que vi:
las baldosas se parten
como el recuerdo
de una fiesta
ramas fatales
las levantan del piso
sin embargo la noche resplandece
de pie
sobre el tapial
ella sigue mirando por mis ojos
me retiene
en la pura expectativa
hoja a hoja
enredadas
al árbol del futuro
-no te olvides el libro
entre piedras rotas