Anahí Mallol (La Plata), Una ciudad, Malisia, La Plata, 2016.
1.
no un
pájaro
un
pájaro cantor
que va
de árbol en árbol pero
cuando
llega la tormenta
no
encuentra refugio un pájaro
que
intenta
hacer
nido en un balcón y es
rechazado
con un palo
no un
pájaro siempre temeroso
por la
supervivencia
de sus pichones
o en
los barrios
marginales
un pájaro
que
debe esquivar
las
pedradas de los chicos
un
pájaro de alas
sucias
por el humo
de los
autos de las estufas
no
en esta
ciudad
ser un
pájaro es
una
condena.
2.
me
habían dicho que la ciudad
sería
mía un día y aunque
no
entendía bien qué era lo que
eso
podría querer decir vagamente
me
imaginaba
que
podría caminar
por
todas partes sin miedo y
sin
perderme
que la
ciudad estaría ahí
con una
respuesta pronta
para aplacar
cada deseo que surgiera
que la
ciudad se desplegaría ante
mis
ojos mis manos mis piernas
como un
libro troquelado
lleno de
colores y música e incitaciones sutiles
un
juego sofisticado o un
pasatiempo
a medias erudito a la vez
mapa
diccionario palabras
cruzadas
y algo así como
un caleidoscopio
amable
después
pasaron los años y ahora
que la
ciudad es mía
sé lo
que mío quiere decir:
en esta
esquina el primer beso
y en la
otra cuadra una palabra de adiós
allá al
norte la muerte de mi padre
en un
lugar público y poblado de curiosos asistiendo
mórbidos
y morbosos a sus estertores
ahogados
al sur
el
departamento que me gustó y no llegué a comprar
la
iglesia a la que iba cuando creía
que el
mundo podía ser mejor
y la casa
de las mellizas donde se hacían las fiestas
y el gordito
más piadoso nos hizo creer a todas
que
éramos la elegida
el
camino al aeropuerto y al exilio de un hermano
que se
volvió extranjero en el centro
la casa
de la infancia un mausoleo
de
horror y recuerdos que evito minuciosamente
transitar
al oeste la casa que construí
con un
compañero que se fue y se llevó su mitad y muy
muy al
este la casa del hombre al que más quise donde vive
con su
mujer y sus hijos
mía
esta ciudad
tan mía
que quisiera
irme a
un lugar
donde
nadie me conozca donde nadie
hable
mi lengua
para
volver a
creer
amar cuidar confiar construir
habitar
una ciudad pero
esta sí
que
permanezca
si hay
dios
para
siempre
extranjera.
3.
pero ocurre que
una ciudad
tampoco es algo
compacto y sobre todo
tiene sus bordes
esas zonas
en que se va
deshaciendo se va
como esfumando en
esos
lugares donde ya
no es
propiamente
hablando ciudad pero tampoco
uno diría que es
el campo ni mucho
menos
en esa zona de
borde
esa zona sin
nombre
donde hay más
vegetación pero no todavía eso
que solemos
llamar
naturaleza pero
sí
un cielo algo más
limpio una luz
que brilla como
una pequeña esperanza
de algo más puro
menos
contaminado o
viciado o sucio
en esa zona digo
había, esta
mañana,
mucha
escarcha.
23.
y construimos una
ciudad
sobre las ruinas
de otra
desgastada
despreciada
hicimos una nueva
brillante con
los materiales
que creímos
más resistentes
más puros o más
nobles
esas palabras de
revistas
de decoración de
diseño
y de arquitectos
sopesamos
cada nueva parte
cada minúsculo
pedazo de construcción
la medimos la
pulimos
la creímos
perfecta tal vez
inamovible sino eterna
con esa eternidad
de las cosas
buenas verdaderas
y bellas
construimos la
ciudad nueva
la dotamos de lo
mejor que pudimos
encontrar
lo más cercano a
una idea
de perfección o
de humana posibilidad
y aún así
nos olvidamos
al construirla
total y completamente
conforme y a la
altura
de un deseo
poderoso
de lo más
elemental lo más
soberano lo más
profundo:
la ciudad antigua
que aún
yacía por debajo
y el suelo se
movió
las paredes
nuevas
se quebraron el
piso
los techos
perdieron
toda simetría y
nuestra
ciudad nueva fue
otra vez la
antigua otra vez
silencio muerte
ruinas
y desolación.
25.
una ciudad es un
mundo
de ciudades más
chicas porque
alguien dijo que
cada habitante
es a su vez una
ciudad
y entre tanto
desorden
urbano hay
personas que se encuentran o tal vez
chocan y más que
como ciudades
como planetas
miniatura las
órbitas
por un rato
coinciden y así
hasta que no
ya no
ahora la ciudad
se levanta
amurallada
fortificada
lo que quiere es
repeler cualquier
posible o
imposible ataque
de una
ciudad vecina.
33.
no el apocalipsis
no en esta ciudad
a lo sumo podrán
verse
el fin de las
personas y de sus refugios
perros muertos en
cada calle
con los ojos
comidos por los pájaros
y llenas de
excrementos
las estatuas los
juegos
las plazas
podrán verse
incendiadas
algunas copas de
algunos árboles unas fuentes
desfondadas unas
casas
sin techos ni
pisos ni ventanas y entonces
ya ni siquiera
casas y no importan
otras cosas que
podrían decirse los papeles
los libros
volando como otros tantos
pájaros
asombrados pero indiferentes
a nuestras pobres
desgracias
pero el
apocalipsis no
en esta ciudad
donde no puede
verse
ni un
lívido o límpido
ni un
cielo devastado.
45.
no
si es lo que yo
decía
al principio
desde el
principio
no un pájaro
cualquiera un
pájaro
con ganas de
volar
de cantar tener
su nido
con flores en
algún árbol ver
de los huevos
nacer los pichones darles de comer
enseñarles a
cantar
no
ser un pájaro
en esta ciudad
es una condena.