miércoles, 10 de agosto de 2016

Anahí Mallol


Anahí Mallol (La Plata), Una ciudad, Malisia, La Plata, 2016.


























1.

no un pájaro
un pájaro cantor
que va de árbol en árbol pero
cuando llega la tormenta
no encuentra refugio un pájaro
que intenta
hacer nido en un balcón y es
rechazado con un palo
no un pájaro siempre temeroso
por la supervivencia
de sus pichones
o en los barrios
marginales un pájaro
que debe esquivar
las pedradas de los chicos
un pájaro de alas
sucias por el humo
de los autos de las estufas
no
en esta ciudad
ser un pájaro es
una condena.













2.

me habían dicho que la ciudad
sería mía un día y aunque
no entendía bien qué era lo que
eso podría querer decir vagamente
me imaginaba
que podría caminar
por todas partes sin miedo y
sin perderme
que la ciudad estaría ahí
con una respuesta pronta
para aplacar cada deseo que surgiera
que la ciudad se desplegaría ante
mis ojos mis manos mis piernas
como un libro troquelado
lleno de colores y música e incitaciones sutiles
un juego sofisticado o un
pasatiempo a medias erudito a la vez
mapa diccionario palabras
cruzadas y algo así como
un caleidoscopio amable
después pasaron los años y ahora
que la ciudad es mía
sé lo que mío quiere decir:
en esta esquina el primer beso
y en la otra cuadra una palabra de adiós
allá al norte la muerte de mi padre
en un lugar público y poblado de curiosos asistiendo
mórbidos y morbosos a sus estertores
ahogados al sur
el departamento que me gustó y no llegué a comprar
la iglesia a la que iba cuando creía
que el mundo podía ser mejor
y la casa de las mellizas donde se hacían las fiestas
y el gordito más piadoso nos hizo creer a todas
que éramos la elegida
el camino al aeropuerto y al exilio de un hermano
que se volvió extranjero en el centro
la casa de la infancia un mausoleo
de horror y recuerdos que evito minuciosamente
transitar al oeste la casa que construí
con un compañero que se fue y se llevó su mitad y muy
muy al este la casa del hombre al que más quise donde vive
con su mujer y sus hijos
mía esta ciudad
tan mía que quisiera
irme a un lugar
donde nadie me conozca donde nadie
hable mi lengua
para volver a
creer amar cuidar confiar construir
habitar una ciudad pero
esta sí
que permanezca
si hay dios
para siempre
extranjera.












3.

pero ocurre que una ciudad
tampoco es algo compacto y sobre todo
tiene sus bordes esas zonas
en que se va deshaciendo se va
como esfumando en esos
lugares donde ya no es
propiamente hablando ciudad pero tampoco
uno diría que es el campo ni mucho
menos
en esa zona de borde
esa zona sin nombre
donde hay más vegetación pero no todavía eso
que solemos llamar
naturaleza pero sí
un cielo algo más limpio una luz
que brilla como una pequeña esperanza
de algo más puro menos
contaminado o viciado o sucio
en esa zona digo
había, esta mañana,
mucha escarcha.













23.

y construimos una ciudad
sobre las ruinas de otra
desgastada despreciada
hicimos una nueva
brillante con
los materiales que creímos
más resistentes
más puros o más nobles
esas palabras de revistas
de decoración de diseño
y de arquitectos
sopesamos
cada nueva parte
cada minúsculo pedazo de construcción
la medimos la pulimos
la creímos
perfecta tal vez inamovible sino eterna
con esa eternidad de las cosas
buenas verdaderas y bellas
construimos la ciudad nueva
la dotamos de lo mejor que pudimos
encontrar
lo más cercano a una idea
de perfección o de humana posibilidad
y aún así
nos olvidamos
al construirla total y completamente
conforme y a la altura
de un deseo poderoso
de lo más elemental lo más
soberano lo más profundo:
la ciudad antigua que aún
yacía por debajo
y el suelo se movió
las paredes nuevas
se quebraron el piso
los techos perdieron
toda simetría y nuestra
ciudad nueva fue
otra vez la antigua otra vez
silencio muerte ruinas
y desolación.













25.

una ciudad es un mundo
de ciudades más chicas porque
alguien dijo que cada habitante
es a su vez una ciudad
y entre tanto desorden
urbano hay personas que se encuentran o tal vez
chocan y más que
como ciudades como planetas
miniatura las órbitas
por un rato coinciden y así
hasta que no
ya no
ahora la ciudad se levanta
amurallada fortificada
lo que quiere es
repeler cualquier posible o
imposible ataque de una
ciudad vecina.












33.

no el apocalipsis
no en esta ciudad
a lo sumo podrán verse
el fin de las personas y de sus refugios
perros muertos en cada calle
con los ojos comidos por los pájaros
y llenas de excrementos
las estatuas los juegos
las plazas
podrán verse incendiadas
algunas copas de algunos árboles unas fuentes
desfondadas unas casas
sin techos ni pisos ni ventanas y entonces
ya ni siquiera casas y no importan
otras cosas que podrían decirse los papeles
los libros volando como otros tantos
pájaros asombrados pero indiferentes
a nuestras pobres desgracias
pero el apocalipsis no
en esta ciudad
donde no puede verse
ni un
lívido o límpido
ni un
cielo devastado.













45.

no
si es lo que yo decía
al principio
desde el principio
no un pájaro
cualquiera un pájaro
con ganas de volar
de cantar tener su nido
con flores en algún árbol ver
de los huevos nacer los pichones darles de comer
enseñarles a cantar
no
ser un pájaro
en esta ciudad
es una condena.