Hugo Luna (Entre Ríos), El apetito de la belleza, 2015.
Engatusado por el verdor
Brotecito aquí
Pájaro de la familia
En las cuerdas de un cielo
De trapos
Al sol
Cayendo en la cuenta
Todas nuestras plumas quisieran
Escribir bien
Volar sobre obstáculo de palabras
Con braceo de operario cansado
Pero dispuesto a más
Con un martillo de alma verdadera
El rastrillo es una herramienta noble
Con su
desplazamiento la tierra enmudece
De puro
encantamiento
El cúmulo
oscuro que levantó la pala
Queda a merced
Del canto de
los pájaros
Ya se habrán
dado cuenta
De lo
escondido en tus manos?
Enterramos un libro
Junto a otro
Bajo una luz
insuficiente
Que nunca
levantó su intensidad
En la memoria
Oh fiel
crueldad del recuerdo
De esas
páginas
No salieron rabanitos
Pero sí ortigas
Hicimos un
pozo
Que dejaba ver
el cielo
Lo que en él habita
Ya era vieja
La bombita del
eco
Lo iluminado
en la descarga
Pero igual
tendíamos
El prolongador
Para que la
parrilla
Se viera menos
flaca
Música en onda
corta
La última palabra
Impronunciable
Lo que se
raspa adentro
Lo que se
calla lejos
La brasa iridiscente