Salvador Biedma (CABA), Quizá fuera volviendo, La Gran Nilson, Buenos Aires, 2017.
Hay tantos pájaros listos
dispuestos a ser
nido y hambre
elegís mi cuerpo
como si no estuviera roto
como si esta voz tuviera
algo para decir
ni una torpe promesa
y sin embargo los besos
hermanos
de nuestra sangre
despiertan animales
nuestra humanidad.
El mundo quema
no dios
el cuerpo será
un mundo también
preparamos la despedida
porque ya estamos
en el lugar
adonde fuimos
iremos
aunque sin saber nada.
De veras
mi boca de piedra
no tiene más
que quietud
y aburrimiento
salvo que esté
tu boca de agua,
que sabe todo
lo que hace
falta.
En el viento se sostiene
una palabra
labrada por siglos
de trabajo humano.
Cruzó, de algún modo,
los dientes
de cada persona.
Y hoy puedo decir
tu palabra
es mi casa.