sábado, 19 de diciembre de 2020

Sharon Gorosito

 

Sharon Gorosito (Pilar, Buenos Aires, 2000)

Caen las estrellas hasta tus ojos, Buenos Aires, Halley Ediciones, 2020.














Amapolas de plástico

Igual que con todo

lo que no encaja o sobra

acumulamos en el pecho

amapolas de plástico

y

para disimular la falta

nos dejamos el polvo

y

decimos

carne, hueso,

casa.







Frío

Tu voz en mi memoria

suele ser tan pesada y ronca

como un rayo de sol a punto de irse.

La sed lo intenta

pero no puede quebrarla.

Ni el más feroz de los vientos

puede arrastrarte

lejos de mis hombros

o mis ojos:

hasta el frío se esconde

al oír tu nombre.

 








Bordes


I

El borde del amor en los dedos

como solapas de un traje

que los envuelven de vejez

mira desde la torre

recuerdos de dioses y hombres

entre la sangre y las cosas

entre el signo y las bocas

que muerden parte de la luz

y se ahogan

de soledad.


II

Las bocas del silencio

terminan por agrietarse.

Un amor eterno

irremediable.

Toda luz que sobra.

Signos altos

empiezan a romperse

dan de baja

a la muerte que llora

mientras

cae

y se duerme

en el hogar de la lombriz.


III

Recuerdos disfrazados

comienzan a mirarse los dedos

en el espejo de la soledad

que gastada se rompe.

Es natural:

Los nombres y las formas

caen de pie cuando se miran a los ojos.


IV

Enero ciego y desarmado.

La sombra del fuego

en el centro del sol.

La lentitud del respiro

la búsqueda de lo ajeno

y el misterio de la sed:

Un remedio que traza el destino

sobre nuestras espaldas.









Cualquier corazón


Angustia

rechazo

olvido

rencor

seres clandestinos

que se agotan de tiempo

en el pecho inflado.

No es posible

que la herida cicatrice

con la espuma de una boca

que rompe cualquier corazón.