Diego Bentivegna (Munro/Buenos Aires), Las reliquias, Alción, 2013.
Rebaño místico
I
Levanto la memoria,
la alzo como un muro.
(Doménico)
Camino por la nieve
como un ciego,
un molusco que se
asoma del agua en la luz blanca:
deambulo por los
caminos que siguen el Isonzo,
el Piave, el
Tagliamento
(¿son ahora éstos mis
ríos?),
senderos que
bordean
tranquilos la
corriente, se internan
entre manchas de
casas que podrían
dormitar ahora mismo
en un suburbio quieto:
en silencio, en
apagadas manzanas donde nacen
patios con albahaca,
macetas de cemento
con pasto mitigado,
menta
que crece en las
hendiduras de los techos,
hierba que se duerme
con luz en las terrazas;
parras donde las uvas
se enternecen,
se hacen moradas,
negras, con el calor de marzo.
(Plegaria)
Poi s`ascose nel
fuoco che li affina.
Dante, Purgatorio,
148.
Ah, tómame, Padre,
bébeme hasta el fondo, rápido:
siento que me desangro en los olivos,
que escribo sin saberlo un poema con mi sangre,
con el agua de vida que se abre paso por mis venas.
Ignoro desde dónde brota mi agua.
Rubrico con una sola letra esta,
mi muerte,
que no llega, que se esfuma
como, cuando atardece, se vuelven impalpables los zorzales.
Soy un cuerpo
exiliado que se purga,
que se afina dentro
de una llama.