viernes, 11 de septiembre de 2020

Vanna Andreini

 

Vanna Andreini ( Padova, Italia, 1970 / vive en Buenos Aires)


Fatebenefratelli, Buenos Aires, Barnacle, 2020.



















Me impresiona mirar  la sangre
que sube por la jeringa
me inmovilizo
dentro de la plaqueta de vidrio
que se colorea
mientras recupero la fuerza
por mirar
 
me impresiona cruzar puentes
no sé mantener la vista fija
en la otra orilla
demasiado lejos
siempre demasiado lejos
voy hipnotizada hacia
el borde
con la firme convicción
que nada ni nadie
podrá evitar
mi caída

con cada puente
reaparece
recurrente, remarcada
la pesadilla aquella
el auto de mi madre
una Dyane naranja
mi hermana y yo
sentadas atrás
veíamos pasar el paisaje
sin saber cómo
detener el auto que
caía hacia el río
especularmente
adentro y afuera

no sé cruzar puentes
de ningún tipo
cruzar del italiano al español
fue entonces, a los 15, sentir el abismo
atraerme hacia sí
quedarse sólo con las miradas
mudas
de una escena infinita

hoy paso
de uno a otro
nado
enfrento la corriente
que estoy entrenada
del río
de los vientos
puedo sentir
hasta cierto placer
al desvestirme
al sumergirme
pero la llegada
al otro lado
pone en riesgo mi cuerpo
que despacio
de vez en vez
se despoja de todo
movimiento estético
para asirse a lo necesario
dar brazadas efectivas
resistir
y en la otra orilla
la confusión
de un cuerpo cansado
la angustia
de la recién llegada
siempre siempre
recién llegada
de un lado
del otro
del curso del río.









Llegaban todas juntas
subían la leve cuesta
movían el aire a su alrededor,
pegadas a la ventanilla
las saludábamos
dejábamos nuestro deseo
trepar con ellas
a los olivos
a las canciones
a sus vidas.

Volvíamos entre suspiros
con los ojos atentos
corríamos a ocupar el hueco 
de esa escaleras
de los besos los sombreros 
de los amores
Caín y Abel
nos decían

Abel

su nombre viene segundo
porque es bueno
es nuestro comienzo
el que no llegó a ser
aquel nombre
que salta
Abel Abel Abel 

antes o después 
la posición del nombre
cambia la importancia
del elemento

se dice
blanco y negro
hombre y mujer
sonreían ellas
francas frescas 
porque al negro 
hay que prestarle atención
como a las mujeres
hay que tenerlos en la mira
porque se mueven
en la oscuridad
de las palabras

¿y el orden
siempre fijo 
de nuestros nombres?
la música el ritmo 
sin embargo
las diferencias de los término
las preferencias
estaban instaladas.









Vedo la luna
vedo le stelle
vedo Caino
che fa le frittelle

¿Por qué?
¿Por qué está Caín en la luna
y no fue allí
el alma buena de Abel?
Abel estaba
al lado de Dios
pero su hermano 
erraba por el mundo 
solo
la luna abandonada
en la noche
fue
su prisión perpetua.









Italianoespañol
o
españolitaliano
ahora aquí 
en este poema
los recuerdos
desembarcan
saltan del bote
pisan la orilla
en el español
ahora este poema
es una cuna nueva
dire
diré
el sonido errante
que erra como Caín
sin casa sin patria
en la luna
chefa le frittelle.









Abel era el pastor
ellas dicen que era bello
de dulces líneas femeninas
bailarín elegante
Caín duro y hosco
como todo campesino 
ardido por el sol 
por la dureza
de la tierra a zapar 
día tras día
Carola, Luisa, Ida
tienen surcos en la cara
los recorro
cuando nos cuidan
hablan y hablan
de lo hermosa 
quesos
plácida y beata 
rubia como el oro 
clara como una muñeca
¿y yo?
¡Un maschiaccio!









Son dos
están pegadas 
comparten
flujos sanguíneos
siamesas las llaman
como si vinieran de Siam
un país oriental desconocido
fantástico e inexistente

su nombre es uno
Siamesas
dos y una
se arroja al mar
nadan dos piernas
pero el aire que llega 
a una boca
oxigena
a las dos
sin embargo
pesa
pesa
el doble
pesa
pesa
las emociones también 
viajan por la sangre
deseo nadar
deseo morir
soy siamesa 
en la lengua
españolitaliano
una boca 
dos tonos
¿y la voz?
encapsulada en la sangre 
se traduce sola  
se aloja
como células cancerígenas
y vuelve a salir
¿el microscopio la entiende?
establece su pathos:
la hermandad es 
una percepción de justicia
familiar.









Ni historia en común
ni apellido
cohesionan
nuestros cuerpos
ante su mirada
somos
irreparablemente
enemigas

él se esfuerza 
por asignarnos
opuestos lugares
bella/inteligente
sana/delicada
simpática/antipática
repartiendo en partes
iguales
sólo queremos estar
del otro lado
a su lado
en su reino sin hijos varones
los celos son 
un fenómeno animal
no mueven a represalias
sino a pequeñas venganzas
tolerables castigables revertibles.

Con las manos sobre los ojos
los codos sobre la mesa
lloro y borro mis lágrimas
las pequeñas venganzas
se filtran
bajo mi pesado caparazón
tiemblo de frío
cantami o diva
del Pelide Aquille
l’ ira funesta
repito repito repito
la impotencia
se afirma
sobre los grandes poemas.