lunes, 14 de agosto de 2017

Alejandro Schmidt



Alejandro Schmidt (Córdoba), Nombrar, Caleta Olivia, Buenos Aires, 2017.






















A los veinte

  
en la temprana oscuridad
vi de pronto al amigo
apoyado al lado de la puerta
de su casa

yo iba en bici
no se adónde
o al abrazo
al borde
de este mundo

Jorge
¿en qué pensabas?
casi no levantaste la mano
al saludarme

vos
que no conocías la tristeza
ni escuchabas la cascada
– hoy cercana –
del tiempo

ni un ratito
 me pude quedar
iba apurado
corría
otra vez
a preguntar
por el corazón que nos comimos

a los veinte.












Envío a Irene Gruss


esa mujer que me ayudó en el Correo
a guardar en un pack
los poemas de Irene Gruss
hizo más por mí
que mi madre, los reyes
y algunos poetas de la patria

con eficiencia y pudor
la caja fue cerrada

los poemas de Irene
confío
llegarán a su casa

esos versos describen
la soga
preguntan
acerca de lo que uno tuvo y amó

al igual que esta peregrina del Correo
Irene
es una desconocida
para mí

mujer
casi no miré tu rostro
sólo estuve atento
a esas manos
gastadas
y felices.












escribía víctor f. a. redondo


todo poema es una carta de amor…/
todo poema de amor es una carta…/
todo poema es una carta…/ *


él era joven
todo lo que importaba
era joven

las palabras
amar
la poesía

eran jóvenes

si lo pienso
la palabra joven
también era joven

inmediatamente aludimos
al tiempo, los muertos, los sobresaltos del fracaso
la nostalgia es un asunto de señoras
la  grosería del hoy, música de canallas

romanticismo
último reino

qué gritaban en el ‘85
al-fon-sín
al-fon-sín

Víctor, por Juan B. Justo
tomabas mate arriba de una escalera

eras joven
éramos

si el ángel traga mística humana
primero siente sabor amargo y después dulce
cuando estamos helados es mejor un sol que los abrazos

la adulación deviene peor que el odio

la percepción es el umbral, la interpretación no es la casa

la amistad pacto entre exiliados

en 30 años hablamos dos tres veces
ni falta que hizo

la última vez yo estaba leyendo acerca de los zodiacos impresos en Washington
y te conté que la poesía provenía de una estrella verde bautizada
wondertower

dijiste estás más tranquilo

el balcón se podría de humedad como la noche

ya no escribo cartas

el Todo es una mueca de lo Otro.


* Desvaríos-Circe, cuaderno de trabajo 1979-1984,
Víctor F. A. Redondo, Ediciones Último Reino, 1985.













toda la filosofía del mundo



en el certificado de pompas fúnebres
mi hermana Sissí
figura bajo el nombre de Angela

hace días
en su recreo de morfina dijo
iría a comer un asado a La Falda

comentan que allí
irradiarán su ceniza

en el crematorio
un cartel
prohibido apoyarse en las paredes

tardamos poco en llegar
menos en volver

su exmarido hablaba de negocios
de autos

soplaba la luz entre
esos campitos que bordan las ciudades

antes de que conversáramos por última vez
contemplé largamente el dibujo de su huesos

le dí un beso en la sien
abriendo los ojos preguntó
ya te vas?

nombres cambiados, ceniza
intemperie sin nobleza

para qué necesitamos toda la filosofía del mundo.