Alejandro Schmidt (Córdoba), Nombrar, Caleta Olivia, Buenos Aires, 2017.
A los veinte
en la temprana oscuridad
vi de pronto al amigo
apoyado al lado de la puerta
de su casa
yo iba en bici
no se adónde
o al abrazo
al borde
de este mundo
Jorge
¿en qué pensabas?
casi no levantaste la mano
al saludarme
vos
que no conocías la tristeza
ni escuchabas la cascada
– hoy cercana –
del tiempo
ni un ratito
me pude quedar
iba apurado
corría
otra vez
a preguntar
por el corazón que nos comimos
a los veinte.
Envío a Irene Gruss
esa mujer que me ayudó en el Correo
a guardar en un pack
los poemas de Irene Gruss
hizo más por mí
que mi madre, los reyes
y algunos poetas de la patria
con eficiencia y pudor
la caja fue cerrada
los poemas de Irene
confío
llegarán a su casa
esos versos describen
la soga
preguntan
acerca de lo que uno tuvo y amó
al igual que esta peregrina del Correo
Irene
es una desconocida
para mí
mujer
casi no miré tu rostro
sólo estuve atento
a esas manos
gastadas
y felices.
escribía víctor f. a. redondo
todo poema es una carta de amor…/
todo poema de amor es una carta…/
todo poema es una carta…/ *
él era joven
todo lo que importaba
era joven
las palabras
amar
la poesía
eran jóvenes
si lo pienso
la palabra joven
también era joven
inmediatamente aludimos
al tiempo, los muertos, los sobresaltos del fracaso
la nostalgia es un asunto de señoras
la grosería del
hoy, música de canallas
romanticismo
último reino
qué gritaban en el ‘85
al-fon-sín
al-fon-sín
Víctor, por Juan B. Justo
tomabas mate arriba de una escalera
eras joven
éramos
si el ángel traga mística humana
primero siente sabor amargo y después dulce
cuando estamos helados es mejor un sol que los abrazos
la adulación deviene peor que el odio
la percepción es el umbral, la interpretación no es la
casa
la amistad pacto entre exiliados
en 30 años hablamos dos tres veces
ni falta que hizo
la última vez yo estaba leyendo acerca de los zodiacos
impresos en Washington
y te conté que la poesía provenía de una estrella
verde bautizada
wondertower
dijiste estás
más tranquilo
el balcón se podría de humedad como la noche
ya no escribo cartas
el Todo es una mueca de lo Otro.
* Desvaríos-Circe, cuaderno de trabajo 1979-1984,
Víctor F. A. Redondo, Ediciones Último Reino, 1985.
Víctor F. A. Redondo, Ediciones Último Reino, 1985.
toda la filosofía del mundo
en el certificado de pompas
fúnebres
mi hermana Sissí
figura bajo el nombre de
Angela
hace días
en su recreo de morfina dijo
iría a comer un asado a La
Falda
comentan que allí
irradiarán su ceniza
en el crematorio
un cartel
prohibido apoyarse en las paredes
tardamos poco en llegar
menos en volver
su exmarido hablaba de
negocios
de autos
soplaba la luz entre
esos campitos que bordan las
ciudades
antes de que conversáramos por
última vez
contemplé largamente el dibujo
de su huesos
le dí un beso en la sien
abriendo los ojos preguntó
ya te vas?
nombres cambiados, ceniza
intemperie sin nobleza
para qué necesitamos toda la
filosofía del mundo.