Foto tomada del blog El Desaguadero. |
El río poderoso
En medio de la isla
sola
en una cama que no es mía
escucho la tormenta
Para amainar el miedo
trato de identificar los ruidos:
prevalecen
ante todo
el chasquido potente
de la rama de los sauces
y el enorme caudal
del río poderoso.
Miro el Paraná
calculo
a lo sumo unos cuarenta metros
hasta la otra orilla
en medio
corre fuerte el río
trayendo
lo que trae
en su anchura
lleva y deja
las partes
de una misma
la gente que se quiere
aquello
que no veremos más
La nada
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
A. Pizarnik
Miro por la ventana
rastrillo el horizonte buscando
vida en este paisaje desolado
creo visualizar una oveja,
pero no
es una mata
definitivamente
no hay nada
Pura y fría desolación
un mal chiste
como si hubiesen escogido para mí
este paisaje que sólo contiene
el verde oscuro de los pinos meciéndose a lo lejos
una mata
y el viento
organizado para siempre
Perdida en la casa de este páramo
un plato sobre la mesa
una silla tumbada
me recuerdan que alguien alguna vez
estuvo vivo
El ruido de un teclado
pasitos
diminutos que resuenan
en lo que bien pudo ser
un hogar
o una hoguera
Hace frío,
miro por la ventana y veo
toda mi fiebre
vuelta del revés
el hielo quebrándose
parecido a la lluvia
en el reflejo veo una mujer
que busca acariciar
lo tibio del paisaje
Axis mundi
Oscura
la noche vive en tu corazón
que no me ama
a cambio
me ama tu sexo
y él me da la miel de todas las abejas
aunque no me ames
está en mí
la razón de tu órbita
porque soy
la porción del mundo
que nunca
podrás ser
la caverna
oscura y húmeda
el ojo de agua
que te mira
y te revela
Savoy
Cinco años después
sucede lo que nunca esperé
todo ha cambiado
yo diría
incluso para bien
hay más libros
una casa nueva
que no da la vuelta al mundo
ni está frente a la tuya
pero es una casa
y se está bien
No soy tan inocente
para creer que
podías estar acá
detrás de esta puerta
sentado
en este cuarto
pero hubiese sido hermoso
que así fuera
El paso del tiempo lo cambia todo
cambia hasta el tiempo mismo
cinco años dura
una infancia
también el deseo
hecho arena, estatua de sal
memoria
del amor que comienza
a deshacerse con la lluvia