La perra
Me escribió para decirme que su perra murió.
Quise ser su perra para que me llore y abrace.
Caigo. Extiendo las patas. El desprendimiento
del espíritu como un calmante.
La vida se escurre en una sucesión de imágenes.
Calles. Noches. El peligro de los autos.
Antes de morir, las estrellas entregan
su último resplandor a los charcos.
Carta cobarde
Por dónde pasa la valentía, cuál es su curso.
¿Cómo es el carácter del cuidado, cuáles son sus gestos?
¿Es como la música o como quien la toca?
¿Es valiente aquel que elige callar, el que lo dice todo?
Me pregunté por qué dejaste de escribirme.
Imaginé que desde tu silencio me pedías silencio.
Como a los niños, como a los perros,
como a los que se portan mal.
El movimiento de tus manos
¿Cómo es tu piel bajo la lluvia,
es un tono más claro
del que mi memoria retiene?
Este día tranquilo da ganas
de girar los objetos con lentitud.
¿Cómo es el movimiento
de tus manos bajo la lluvia?
Las cintas de colores
atadas a las ramas del árbol
danzan como mujeres pequeñas,
el perfume de sus nucas húmedas
viene hacia mí.
Las moscas no levantan vuelo,
una gota quedó abrazada
a la canilla y el fósforo
sustraído rememora
el descubrimiento del fuego.
Este día es el sueño
de una mujer cansada
y un hombre le acaricia la frente
para que descienda aún más.