Silvia Japaze (Tucumán), Leve, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2014.
Colaboración de Fabián Soberón.
Hablo con mi sombra a veces
Hablo con mi sombra a veces,
cuando más se aleja.
Hablo con las plantas, al regarlas
y al despojarlas del polvo o de sus hojas muertas.
No sé hablarles sin tocarlas o servirlas
ni indagar en mí sin atenderlas.
Hablo con la lluvia
y me sincero.
Tampoco sé fingir cuando hablo con la lluvia,
ni esconderme con la piel mojada.
Conozco mis maneras de no estar
y las invariables maneras de volver.
Los pasillos del silencio que transito
como yendo a casa.
El mínimo estremecimiento
que resiste mi regreso en las cosas.
cuando más se aleja.
Hablo con las plantas, al regarlas
y al despojarlas del polvo o de sus hojas muertas.
No sé hablarles sin tocarlas o servirlas
ni indagar en mí sin atenderlas.
Hablo con la lluvia
y me sincero.
Tampoco sé fingir cuando hablo con la lluvia,
ni esconderme con la piel mojada.
Conozco mis maneras de no estar
y las invariables maneras de volver.
Los pasillos del silencio que transito
como yendo a casa.
El mínimo estremecimiento
que resiste mi regreso en las cosas.
Recuerdo
Recuerdo
el color desnudo
de tu piel arena,
mi sed
en la eterna siesta de tus brazos.
Recuerdo
el susurro del viento
entre los sauces
y la almohada nuestra,
su verde perfume al dormir
y ese buscar
en tus ojos
mi agua fresca.
Recuerdo
cada cosa
que no viví
contigo.
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